Al fin he hecho un cambio que tenía hace tiempo en la cabeza, aunque muy a mi pesar.

Hace bastantes años (doce o trece) compré una Wacom Intuos A5. Pagué una buena cantidad de pesetas que me permitieron utilizar una herramienta muy importante a la hora de trabajar con el Photoshop y, más recientemente, con el Lightroom: la tableta gráfica.

Y el elegir Wacom no fue casualidad. Ante todo no quiero que penséis que estoy haciendo marquitis, ya que creo que esta marca está por delante de las demás tabletas de la competencia.

A lo que iba… en todos estos años la Intuos ha trabajado perfectamente hasta que tuve que cambiar de ordenador. Mucha más memoria, más potencia de proceso pero… los puertos serie no existían en el ordenador nuevo y la Intuos se comunicaba con uno de ellos.
Tuve que mirar soluciones : una fue SERIAL to USB. Pero tampoco me solucionaba nada porque Wacom no daba cobertura a los puertos serie en Windows 7. Demasiados problemas.

De ahí a mirar una nueva tableta gráfica. Pero con menos pretensiones de tamaño porque la crisis aprieta en todos sitios.

Y me decidí por la BAMBOO FUN PEN&TOUCH.

Muchos compañeros me habían comentado que trabajar con una tableta tamaño DIN A6 no daba ningún problema para los que estábamos acostumbrados con la DIN A5. Además, a la hora de retocar, el tamaño de la superficie activa no tiene tanta importancia para el fotógrafo, a diferencia de lo que les ocurre a los ilustradores o diseñadores gráficos (por lo que me dicen…).
Aparte de tener un tamaño bastante más comedido que me permitiría llevármela junto con el portátil a cualquier sitio.

Y la elegí también por por otra cosa. La función TOUCH.
Tener incluida, por ese precio, la posibilidad de poder navegar, ver fotos, ampliarlas, rotarlas y otras funciones multigestuales con el movimiento de uno o varios dedos… no es poco… Y, la verdad, lo hace bien.

Dicho y hecho, me la compré. La de tamaño pequeño (este modelo da a elegir dos tamaños y, por supuesto, dos precios). Noventa y nueve (99) € tienen la culpa. Os tengo que comentar que, por lo menos en FNAC Donostia donde la compré, existía otro pack por ochenta y ocho (88) €, el cual no incluía el software que me venía con esta primera (Photoshop Elements 7.0, Art Rag y posibilidad de acceso a los Minis en la página de Wacom)

PRESENTACIÓN.-
Se dice que las cosas entran primero por la vista y creo que Wacom ha acertado con el “empaquetado”.


Caja bien presentada, de amplias dimensiones que asegura de golpes el contenido bastante más pequeño. La tableta bien sujeta y envuelta junto con un estuche negro mínimo que guarda el disco de instalación de los controladores de la tableta.

INSTALACIÓN.-

Más fácil no puede ser. Instalar los controladores que nos vienen en el CD del paquete, conectar a un puerto de USB y… ¡a trabajar!
Aunque yo no iría con tanta prisa porque, si sigues un rato con el programa guiado, te encontrarás con alguna sorpresa que otra. Te registras como usuario y tienes la posibilidad de aprovecharte de los extras que te vienen con la tableta: Photoshop Elements 7.0, Art Rage,  y algunos programas minis……..

APARIENCIA DEL PERIFÉRICO.-

Me decidí por el color gris metalizado. Limpio de líneas. Ser zurdo no es problema ya que el cambio de posición de la tableta solventa la situación.
El lápiz en la línea que nos tiene acostumbrados Wacom. Estilizado y liviano. Inalámbrico, sin pilas. Dos botones programables, punta y goma de borrar configurables con 1024 niveles de presión. Tienen el detalle de incluir puntas de repuesto y herramienta para su cambio.
Y… ¿cómo sujeto el lápiz cuando no lo utilizo? La verdad es que, la solución que proponen, me gusta.
Fácil. En la Intuos tenía un soporte que se acoplaba a la tableta, dejando el lápiz colocado en vertical sobre ese soporte.
Aquí es una simple cinta de tejido cosida sobre sí misma, pudiendo introducir ahí el lápiz, cosa que facilita muy mucho su transporte cuando se traslada de un sitio a otro (con el portátil, por ejemplo).

 

 

¡AL TAJO!

Si no has utilizado nunca una tableta y su correspondiente lápiz, tendrás que habituarte a la nueva forma de trabajo. Por lo general el periodo es corto.

Eso sí, una vez de realizado el camino del aprendizaje, volver al trabajo con el ratón, en la mayoría de los casos, no se produce.

¿Porqué? Simplemente porque es terriblemente cómodo y “natural”. Desde nuestra infancia manejar un lápiz es intuitivo y somos capaces con él de puntear, escribir, pintar o dibujar.
A mi, en su momento, me costó poco. Y después de unos meses de “paro forzoso”, el volver a trabajar con la Bamboo Fun ha sido una gozada…, mejor dicho,… una liberación.

Al tener dos modos de trabajo, PEN y TOUCH, la tableta trabajará en función de la “herramienta” que esté presente en la superficie activa [lápiz o dedo(s)]. Aunque, si se quiere, se puede desactivar temporalmente la función TOUCH.

En mi caso particular suelo utilizar mucho la herramienta Trazados en Photoshop. El lápiz nos permite puntuar con gran rapidez y, gracias a la posición de la mano, con poco cansancio. Y si manejamos las máscaras, es la mejor herramientas para pintar o borrar, dándonos una gran rapidez al hacerlas.
CONCLUSIÓN.-
Para mi está clarísimo: es muy interesante utilizar una tableta digital, por comodidad, ergonomía y posibilidades que te da.

¿Qué marca?¿qué modelo? Eso irá en función de las necesidades y posibilidades de gasto.

Yo compraría Wacom porque, tal como he dicho antes, va un paso por delante de los otros fabricantes.
Y para el trabajo de retoque, creo que el DIN A6 es suficiente. Y la Bamboo Fun cumple con las espectativas. Por lo menos las mías, que son las de un usuario de andar por casa.

Félix.