Gorka Lasa (Lur) y Orlando Miranda fueron a un viaje por las tribus del norte de la India… 10 días en los que recorrieron cientos de kilómetros en busca de retratos.

ARUNACHAL PRADESH

Arunachal Pradesh, también llamada “la tierra del sol naciente”, se encuentra localizada en el noreste de la India, entre Bangladesh, Bhutan, China y Myanmar.

Desconocida para muchos hasta 1962, el interés de la India sobre su propio territorio tuvo lugar durante la invasión China en Arunachal Pradesh. A raíz de este suceso, el Gobierno Indio comenzó a construir carreteras e infraestructuras con el apoyo del ejercito, el cual todavía tiene una presencia más que notable en la zona.

Cerrada al turismo hasta hace pocos años, la infraestructura hotelera de esta zona sigue siendo escasa pero suficiente para quien sabe apreciar las ventajas de visitar algo todavía lo suficientemente remoto en este mundo en el que todo está ya visto.

Nuestro viaje comenzó cuando nos pusimos en contacto con una agencia de Madrid y les solicitamos una ruta innovadora y eminentemente fotográfica. No disponíamos de muchos días para ello, por lo que esta zona nos pareció perfecta dado que se trataba de un territorio muy específico.

Tras hacer escalas en Londres, Dhaka y Calcuta, llegamos a Gwahati provincia de Assam.

Nuestras primeras etapas nos llevaban hacia los 4.000 metros de altitud, a la zona de Tawang (3.400m) tras pasar por el segundo tramos más alto del mundo transitable: Sela Pass (4.500m).

En la frontera entre los estados de Assam y Arunachal Pradesh nos era constantemente pedido el visado de entrada en este último.

Si se quiere viajar a esta región, es muy importante llevar los visados ya gestionados con anterioridad ya que se trata de un papeleo duro y farragoso que en nuestro caso se hizo desde la propia agencia.

Nuestra primera etapa termino en Bomdilla, con 320 km a la espalda (unas 8 horas de todo terreno). Sobre la marcha tuvimos que cambiar de guía, ya que el que nos habían asignado había sufrido un accidente de tráfico esa misma mañana.

Nuestro chofer para todo el viaje, Dilip Deunath se trataba de un joven de 25 años muy divertido y eficiente en su trabajo. EL nuevo guía lo conocimos en Bomdilla y se trataba de Passang Tsering Sharclokpa. De la etnia de los monpas, Passang se encargo de proporcionarnos todo lo que necesitamos durante el viaje.

La segunda etapa partía de Bomdilla y terminaba en Tawang. En el camino comenzamos a ver las primeras etnias de la zona: los Lish.

Durante el camino disfrutamos del impresionante Sela Pass, así como de una extraordinaria luz de atardecer que nos coincidió con un grupo de trabajadores que se dedicaban a reparar la carretera , trabajo que incluía picar las piedras a mano. Este tipo de grupos era muy frecuente en las carreteras así como el alquitranado a mano.

Tras haber llegado de noche a Tawang, a la mañana siguiente nos dedicamos a visitar el monasterio budista Mahayana con más de 400 años de antigüedad y cerca de 500 monjes residentes). A media mañana comenzamos a volver por la misma carretera a Dirang.

Tras aprovechar para sacar unas fotos a la mañana a los monpas con sus trajes tradicionales, partimos hacia el paso fronterizo de Bhalukpong. Durante el camino de regreso, paramos frecuentemente para sacar fotos hasta que nos encontramos con un desprendimiento de rocas que nos obligó a parar. La providencia quiso que esa parada me hiciera sacar la foto de la que mejor recuerdo guardo en todo el viaje.

Tras ver a los Shertukpen, llegamos a Bhalukpong de noche.

La siguiente etapa que nos esperaba era Ziro. Normalmente, los turistas realizan esta etapa en dos días parando en Itanagar. Pero nuestra falta de tiempo nos obligaba a meternos estos 300 km (10 horas) en una sola etapa. A nuestra llegada a Ziro, nos esperaba nuestro segundo guía que hablaba los dialectos de la zona: Hage Tarang.

En Ziro nos esperaban los Apatanis. Se trata de la etnia más diferenciada que hemos encontrado. Las mujeres adornan sus narices con unas extensiones de caña que van aumentando con el paso del tiempo. Esta practica ha sido prohibida por el Gobierno y no tardará en perderse en pocos años. Fue la primera vez en el viaje (y prácticamente la última) en la que tuvimos que pagar por sacar fotos.

Tras visitar a los Apatanis a la mañana siguiente, nuestra siguiente etapa nos llevaba a Daporijo no sin antes visitar durante el camino a los Miris de las colinas los cuales se mostraron bastante reticentes con el tema fotográfico.

Along nos esperaba en la siguiente etapa. Antes, visitamos en Daporijo a la etnia Tagin y en el camino vimos unas aldeas de los Adi Gallong. A pocos kms de Along se encontraba la aldea Kabu y su imponente puente de caña y bambú.

Tras Along nos dirigimos a Pasighat donde nos encontramos con las aldeas de los Adi Miyong.

A unos km de Pasighat llegamos al imponente Brahmaputra donde cogimos un pequeño barco de vapor que nos llevo durante 5 largas y soleadas horas hasta Dibrugarh.

En este punto nos coincidió el Festival de las Luces. Dicho Festival tiene una semana de duración, pero el día más importante es el de la luna nueva. Se celebra en honor de Rama, quien regresó a su reino de Ayodhya tras 14 años de exilio, y su pueblo encendió velas para iluminar su regreso. Además de encender velas, pasan la noche tirando petardos, cohetes y fuegos artificiales. Demasiado ruido para dos viajeros que buscaban el amanecer. Desde Dibrugarh nos dirigimos a Roing. Esta zona es especialmente conflictiva por la existencia de diversas guerrillas que actúan en la zona. Nuestras maletas fueron rigurosamente examinadas no tanto por la seguridad sino por la curiosidad de los militares de la zona. En Roing visitamos unas aldeas de los Idu Mihsmi así como una plantación de te y la fábrica en la que posteriormente se elaboraba el producto final. Tras hacer acopio de unas cuantas bolsas de puro te, nos dirigimos hacia Tezu.

A Tezu llegamos con las últimas horas de la tarde y aprovechamos para hacer unos retratos en sus calles.

Al día siguiente partimos de nuevo hacia Dibrugarh hacia el aeropuerto de partida a las 4.00 de la mañana con la difícil misión de cruzar lo que ellos llaman el Río Loco.

Este río, tiene la peculiaridad que cada año en la época de verano, cambia su cauce dentro de su propio lecho, de tal forma que hay que ir por los bancos de arena encontrando el camino óptimo para llegar a la otra orilla.

Tras coger 3 barcazas llegamos al fin al otro lado con un retraso considerable pero que no nos impidió coger el avión de regreso.

Y por último, tras pernoctar en Calcuta dimos por terminado nuestro viaje por Arunachal Pradesh.

Datos prácticos:

Comida: El menú básico es el arroz con pollo. Normalmente, y si así se lo pides, no suele estar picante. A partir de ahí, comienzan las típicas variantes Indias. En la zona de Tawang es posible encontrar comida china.

Dinero: No hay problemas de cambio de euros.

Hoteles: Tal y como hemos dicho antes, la infraestructura es muy escasa llegando a ser deficitaria en algunos casos.

Agradecimientos:

Desde estas líneas queremos agradecer la paciencia que tuvieron nuestros guías Passang y Hage, así como nuestro conductor Dilip por esperar a este par de locos de la fotografía cada vez que nos deteníamos a sacar fotos y por el trabajo tan excelente que desarrollaron. Accede a las galerías de fotos de Arunachal Pradesh (India) de
Lur (Gorka Lasa) y Orlando Miranda