Sicilia Agosto 2005 En agosto aproveché para hacer una escapada en coche hasta Sicilia, ya que me habían hablado de ella como la isla más bonita del mediterráneo. Bueno es como todo, es una impresión subjetiva que depende tanto del observador como de lo observado, al final dudé. Cogí el ferry en Civitavecchia y desembarqué en la caótica capital, Palermo, de la que me escapé en cuanto pude, de verdad, huid. Mis destinos en la isla eran dos, la zona este de la isla, cerca de la bahía de Naxos, hospedándome en un tranquilo y económico pueblo agrícola llamado Francavila de Sicilia (18Km-25 minutos hasta la costa) y Agrigento, hacia el sur.

Javier Arizabalo García (Javitxin) nos relata su viaje por Sicilia realizado el pasado mes de agosto.


Sicilia es pobre, rural, seco, mayormente, y con un cierto aire desordenado de los propios italianos, pero tiene lugares muy bellos, con una zona norte más montañosa, en donde destaca el parque natural del Etna. Francavilla de Sicilia, donde estuve hospedado una semana representa esa ruralidad, con los típicos triciclos de motor para las faenas del campo, pero muy cerca de la bella costa (pero vuelvo a decir lo de caótica) que forma la pequeña bahía de Giardini-Naxos y el relativamente elitista peñasco de Taormina, con bonitos restos (teatro) griegos.

Es para visitar Naxos y bañarse en su estrecha playa, pero no recomendaría hacerlo en fin de semana a no ser que no nos importen los embotellamientos de sus estrechas calles, mucha paciencia. Los pueblos del interior tienen un mayor encanto, dominados mayormente por el pico del Etna, sitios donde comer buenas pizzas y cerveza Messina por poco dinero. Castiglione de Sicilia que a duras penas atrae algo de turismo y explota sus escasos restos arqueológicos.

Motta Camastra, un pueblo encaramado en la roca que también intenta salir de su frágil economía. A recomendar el mirador-restaurante desde el que se ve la comarca en un bello atardecer, nada de aglomeraciones, y se ve este valle por donde discurre, me imagino que en invierno, el río Alcántara.

Éste río ha sido excavado con bonitas y sugerentes formas sobre la piedra volcánica (y no) y hay un reclamo turístico que es Gole Alcantara, donde se puede ver parte de estas formaciones. Nada impresionante, y por el que recomiendo entrar a un centenar de metros de la entrada de pago y gratis a primera hora de la mañana. Hay zonas más bonitas río más arriba acercándose a Castiglione. Poca fauna, lo más grande cabras, abubillas, serpientes, de ahí para abajo en el reino animal, por lo que ví.

Es una pena de que a unos pocos kilómetros, ya en la costa, todo vuelva a ser el caos de una sucesión de pequeños pueblos, feos, ruidosos, atascados, sin interés, hasta Catania. Bastante más bonito es seguir la serpenteante y pequeña carretera (mala suerte si toca algún camión) por Linguaglossa, Formazzo, Milo, Zafferana, para empezar a adentrarnos en el ya mucho más cuidado para el turismo, parque natural del Etna.

Empieza la carretera serpenteante hasta la base del complejo turístico, si no se lo ha llevado alguna erupción el año pasado, a partir de aquí la opción es seguir hasta donde el Etna nos deje. Se puede subir por teleférico, minibuses todo terrreno, o andando hasta donde recomiendan…. ahhh estamos cerca de los tres mil metros, la "brisa" es algo más que fina y en algunos lugares especiales tienes poco menos que reptar y por muy verano que sea hay que ir ligeramente cubierto. Disfrutad del parque en general porque es lo más cuidado de lo que ví.

Mi segunda (y última) parte del recorrido, Agrigento, es donde encontraréis el templo griego mejor conservado, donde hasta el siglo XIX se oficiaban misas (el de la Concordia) en el llamado "valle de los templos", que no es sino una colina alargada. Agrigento no es nada más (de interés) que estos cuatro templos. A la hora de la siesta la mejor hora, no hay nadie porque el plomo se funde, o sinó también a última hora, cuando los iluminan, hay alguna bonita postal desde la carretera que por abajo discurre paralela a los templos y en donde los recién casados van a hacerse fotos de boda.

Un poco más abajo siguiendo la costa tenéis alguna bonita playa llena de italianos, en S. Leone, pero no dejéis de ir a Punta Bianca (procurad no perderos), no es mucho más que una formación de cal blanca que se interna en el mar y que ha sido modelada por este, esta rodeada de acantilados y playitas a donde van los italianos (relativamente pocos). Tenéis a unos pocos centenares de metros de la punta una especie de Bar y hospedaje barato donde van los milaneses (reservar antes) que quieren ponerse morenos y disfrutar del sol y del agua y sus deportes, lo lleva una familia Italo-brasileña que os tratan como uno más de la familia, una gozada, en un lugar un poco perdido sin carretera asfaltada pero a buen precio, todavía creo que no le han dado el permiso del negocio después de veinte años pero es que la "burocracia"… bueno ya sabéis.

ALGUNOS DATOS PRACTICOS DEL VIAJE … tenéis mucho más, por algo es la isla más grande del mediterráneo, como que casi imprescindible el coche, ahhh calor, aire acondicionado. Comida: la típica, ya sabéis pastas, pizzas, gelatto, pescaitos, podéis comer barato pero en tradicional o daros el capricho de alguna noche más cara con un buen vino. Los lugareños: o son del lado de la gente encantadora o del otro, en los pueblos lo mismo, lugares con la puerta abierta u otros donde os sentís como extraños, ya me entendéis. En el dinero quizás lo más difícil es encontrar el cajero. Hoteles: olvidaros del turismo como industria al estilo Canarias o Costa mediterránea (por suerte tampoco está tan masificado), los hoteles bajan de calidad, lo barato puede estar a desmano si vais buscando muchas cosas para ver, lo cercano a "lugares de interés de masas" es caro.