Las caras nunca mienten. Nadie sabe mentir con sus gestos más primarios. Y menos los niños.

Ayer accedí, por medio de The Frame del «The Sacramento Bee», a un  sobresaliente reportaje de Majid Saeedi sobre los desplazados de la cruenta guerra que se está desarrollando en territorio afgano.

Pero, independientemente de la calidad de las fotos, lo que más me ha «enganchado» ha sido el enfoque dado a esa situación. Caras sin artificio, que nos cuentan la verdadera tragedia de lo que allí está pasando.

Caras que nos miran, con el burka o sin él, caras que, desgraciadamente, aunque las veamos, quizás, ya no estén.