3- Abstraer

Voy andando por el paisaje en primavera, rodeado del canto del os pájaros y el olor de flores frescas. Sopla una ligera brisa, las hojas y los árboles se mecen suavemente. Me siento relajado y revitalizado por el calor, el renacer y el rejuvenecimiento general de la primavera.

Sin embargo, si tengo que componer una fotografía que exprese cómo me siento, debo recordar que ninguna de las fragancias, ni la ligera brisa ni las sensaciones de alivio que experimente conseguirán hacer una fotografía. Nada de esto estará presente en la impresión final a no ser que, a través de mi conocimiento personal de la fotografía, pueda arreglármelas para traducir estas sensaciones no visuales en información visual. Esto ocurre porque en una fotografía sólo está presente la información visual. Lo que queda de la escena original es lo que podríamos ver en esta escena. Lo que nos contaron nuestros sentidos -olor, tacto, sonido, emociones- todo eso ha desaparecido.

¿Es posible traducir estas otras sensaciones en elementos visuales? Sí, yo creo que es posible, y el propósito de esta serie de artículos es explicar cómo hacerlo. Sin embargo, sólo el estudio, la práctica y los ejercicios diseñados para afilar tu destreza visual te garantizarán éxito. Este es realmente uno de los aspectos más desafiantes de la fotografía, y el que distingue al maestro del aprendiz, digámoslo así. Como dijo Ansel Adams: “Fotografía no sólo lo que ves, sino también lo que sientes”. Esta es una tarea difícil, pero no imposible.