La prestigiosa revista francesa de fotografía Chasseur d´Image ha vuelto a publicar un articulo de nuestro compañero Carles Costa (elCarles en nuestro foro) sobre fotografía de deportes, esta vez sobre el uso de una compacta en esta exigente disciplina, con consejos y técnicas para sortear sus limitaciones y para aprovechar sus ventajas sobre las DSRL. Le agradecemos que nos haya permitido publicar aquí el artículo en su totalidad, así como sus excelentes imágenes.

Fotografiar deportes con una compacta – Mi experiencia con la Fujifilm X10

¿Puede alguien que tenga una réflex, objetivos, flashes y demás accesorios, plantearse el uso de una compacta para usarla en fotos de temática deportiva?

A priori puede parecer absurdo utilizar una herramienta que nos dé peores resultados que otra que ya poseemos, pero eso, no es absolutamente cierto, y si bien en muchos deportes una réflex se hace imprescindible, en otros, una compacta puede proporcionarnos fotos globalmente mejores, como veremos más adelante.

Fiabilidad y rapidez en el enfoque junto a un retardo mínimo en el momento del disparo (desde que se aprieta el pulsador hasta que se obtiene la foto, tiene que transcurrir el menor tiempo posible) son dos condiciones que debe tener cualquier cámara para afrontar seriamente la fotografía deportiva, ya que sin ello, es prácticamente imposible capturar el instante decisivo.

Actualmente en el mercado, hay compactas que al cumplir con unos determinados requisitos, pueden competir en igualdad de condiciones con las mejores réflex.

¿Qué requisitos son esos?

1.- Visor óptico.

Nos permitirá encuadrar en condiciones de fuerte insolación, y desconectar la visión por pantalla, que lleva implícito un cierto retardo del disparo, incompatible con la captura del instante decisivo.

FujiX10 – L. focal 14,8 (equiv. 58mm.) – ISO100 – 1/2000 – f/5

En el ejemplo, se ha cuidado especialmente la composición y el punto de vista para evitar mostrar en el encuadre elementos no deseados, así como las superposiciones y cortes antiestéticos, sombras incluidas; para que el snowboarder se recortara contra el fondo de cielo.

Pero, ¿y el instante decisivo? dado que la mayoría de riders efectuaban ahí un giro de 360º, el instante decisivo sería el que mostrara al deportista de cara, en el momento del giro. Mencionar también que el botón disparador debe estar presionado hasta la mitad, previamente al momento del disparo, sino, se alarga el tiempo de respuesta de la cámara, ya que no estará preparada para disparar.

2.- Enfoque manual.

Para el fotógrafo habituado a utilizar la ráfaga y disparar a todo lo que se mueve para posteriormente escoger las mejores imágenes, obviamente una compacta le servirá de poco, ya que en capacidad de AF y ráfaga, las réflex juegan en otra liga, pero a los que gustan de las imágenes preconcebidas y a disparo único, la compacta puede ser una opción.

Para una distancia focal y diafragma concretos, en cámaras con sensor más grande, dispondremos de una profundidad de campo menor, lo que en la mayoría de las ocasiones será una ventaja, pero si con antelación sabemos, más o menos, la posición del sujeto en el encuadre y la distancia respecto a nosotros del protagonista en el momento del disparo, y podemos fijar manualmente el foco en ese punto, no necesitaremos de un AF muy preciso, porque con un sensor de menor tamaño, tendremos la seguridad de un buen enfoque, incluso a aperturas grandes como f/2,8. Para compensar la desventaja que representa esa profundidad de campo mayor en la mayoría de las fotos, cuidaremos especialmente el fondo, que será lo más neutro posible y exento de elementos que distraigan la atención.

La desconexión del AF será también fundamental para reducir al mínimo el retardo del disparo entre el momento de pulsar el obturador y la obtención de la foto. En deportes el instante decisivo manda, y la buena imagen deberá ser capturada dentro de un lapso de tiempo seguramente muy breve.

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FujiX10 + flash – L. focal 15,4 (equiv. 61mm.) – ISO100 – 1/2000 – f/4

Ni siquiera el AF de una réflex moderna hubiera enfocado correctamente al protagonista, ya que una pared de nieve me impedía la visión y el seguimiento del rider en su acercamiento al trampolín; apareciendo éste, de golpe, muy esquinado en el encuadre y fuera de la zona de los sensores de AF.

Fijar el foco a una distancia concreta en la Fujifilm X10 es relativamente fácil. La manera de operar es la siguiente, una vez fijado el selector en posición MF y activado únicamente el sensor central del AF, apuntamos a un objeto con ese sensor (con el zoom girado a su posición de máxima focal) que estará a una distancia aproximada a la del sujeto en el momento del disparo, para a continuación bloquear esa distancia de enfoque con el botón AEL/AFL; si inmediatamente después giramos la rueda trasera aparece en pantalla, en zoom digital ampliado, la zona a la que apuntamos, lo que nos permitirá comprobar si efectivamente el foco está en el lugar deseado. Genial; solo existen dos pegas, que esa distancia prefijada se pierde al cabo de un rato, lo que obliga a fijarla nuevamente a intervalos regulares, y que la rueda que nos permite hacer zoom sobre la zona enfocada, y que además sirve para poder variar esa distancia de enfoque, se hace prácticamente imposible poder darle vueltas con los guantes puestos, y complicado también sin ellos. Una rueda más grande y que no se hundiera al presionarla, sería lo deseable.

3.- Ajuste manual de la exposición.

Para los que gustamos de las tomas concretas y preconcebidas en donde casi nada se deja al azar ni a los automatismos, el ajuste manual de la exposición, es un imperativo que deben tener nuestras cámaras, al que solo renunciamos cuando las variaciones de iluminación son continuadas en el tiempo; y la utilización de una compacta, no debe ser una excepción.

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FujiX10 + flash – L. focal 10,4 (equiv. 41mm.) – ISO100 – 1/1000 – f/4

Estamos en una zona boscosa y oscura donde solo se filtran algunos rayos de sol a contraluz, por lo que cualquier automatismo priorizará la exposición del global de la imagen, y por tanto dará como resultado un fondo de cielo totalmente blanco y quemado, en lugar de ese bonito azul. La exposición manual se impone en estos casos, y la lógica subexposición del primer término, se deja para que la luz del flash pueda compensarla.

4.- Zapata estándar para flash.

Hemos mencionado que en según qué condiciones, se pueden obtener mejores imágenes con una compacta que con una réflex, y el flash es un elemento esencial para que esto pueda cumplirse.

Recordar que el flash además de fuente principal para iluminar, permite compensar exposiciones entre un fondo muy claro y un sujeto oscuro, mitigar sombras duras, etc.

Una foto tomada con flash, es en realidad dos fotos en una, y la exposición global vendrá dada por el porcentaje de exposición que atribuyamos a la luz ambiente, con respecto a la que demos al flash.

Con sujetos en movimiento y abundante luz ambiente, la nitidez en el sujeto dependerá muchas veces (barridos aparte) de un tiempo de obturación corto, que superará la velocidad máxima de sincronización de flash de la mejor de las réflex.

Las cámaras compactas con obturador electrónico no tienen esta limitación y sincronizan el flash a todas las velocidades, la Fuji X10 llega a hacerlo a 1/4000.

Cierto es que los flashes modernos permiten a las réflex sincronizar mediante la función de alta velocidad de sincronización hacerlo también a todas las velocidades de obturación, pero a costa de limitar la distancia efectiva del mismo, pero ¿hasta qué punto?

Nada mejor que una prueba de campo para verificarlo sobre el terreno.

Mi amigo y fotógrafo Xevi Vilaregut, ha accedido a posar y hemos situado su Canon 5DMKIII + 70-200 f/2,8 en un trípode al lado de mi Fuji X10 con su propio 28-112 f/2-2,8 también en otro trípode, y fijado la exposición manualmente a f/2,8 y 1/1600 con ISO100 en ambas cámaras. Se ha considerado que 1/1600 es una velocidad suficiente para obtener nitidez en la mayoría de situaciones en que queramos fijar una acción de movimiento, y f/2,8 un diafragma lo suficientemente abierto para optimizar la distancia efectiva del flash.

Se ha utilizado un único flash, un Canon 580 EX, en que se han fijado manualmente la potencia a su máximo, y el ángulo de apertura de la cabeza reflectora, para asegurarnos la salida de una cantidad de luz idéntica en ambos disparos.

Se ha hecho una foto en cada cámara, con la única diferencia que en la Canon se ha activado la alta velocidad de sincronización, con el resultado que se puede ver:

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Canon EOS 5DMKIII + Canon 70-200 f/2,8 + flash – L. focal 70mm. – ISO100 – 1/1600 – f/2,8

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FujiX10 + flash – L. focal 17,7 (equiv. 70mm.) – ISO100 – 1/1600 – f/2,8

A la vista de los resultados, parece realmente que la Canon no haya sincronizado, algo que sí ha hecho, observando el reflejo en los ojos de Xevi; lo que queda claro, es que a esa velocidad de obturación, diafragma, ISO y distancia del sujeto, el flash en una réflex no sirve para nada.

Otra deducción que podemos sacar, es que la profundidad de campo juega en contra de la compacta, por lo que la gestión de los fondos será crucial para que nuestras fotografías sean lo mejor posibles; aunque ese mayor alcance del flash nos permitirá obtener fotos con una calidad de luz imposible de conseguir con una réflex.

La zapata estándar con contacto central, aparte de poderle acoplar el flash dedicado de Fuji, con acceso a funciones avanzadas, nos deja disparar cualquier flash de cualquier marca con contacto central, eso sí, manualmente y en ausencia total de automatismos. En mi caso, y para el tipo de fotografía que realizo, eso no representa ninguna limitación, ya que si de antemano conozco la distancia a que estará el sujeto en el momento del disparo, nada mejor que poder fijarle una cantidad de luz determinada para que destaque más o menos respecto a su fondo.

A mi modo de ver, el mejor flash para montar en una compacta para fotografiar deportes, debe cumplir estas condiciones.

1.- Número guía lo más elevado posible, ya que por mucha potencia disponible que tengamos, siempre habrá tomas en que nos quedaremos cortos.

2.- Posibilidad de ajustar la potencia, algo lógicamente imprescindible.

3.- Y que la cabeza del flash sea direccionable, además de poder ajustar los reflectores para que cubra varias focales, de angular a tele.

No hace falta gastarse mucho dinero, habiendo una oferta bastante amplia en el mercado a precios asequibles para flashes que cumplan estas condiciones.

Yo utilizo habitualmente un flash Yongnuo YN-560 II, que tiene un nº guía de 58 para ISO 100 para una focal de 105 mm. es decir, que compite en potencia con los mejores del mercado, por un precio realmente económico.

Dos ejemplos típicos en que el flash se utiliza para atenuar el fuerte contraluz y compensar exposiciones entre el deportista y el global de la imagen:

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FujiX10 + flash – L. focal 28,4 (equiv. 112mm.) – ISO100 – 1/1500 – f/4

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FujiX10 + flash – L. focal 7,9 (equiv. 31mm.) – ISO100 – 1/1600 – f/3,6

En la siguiente foto se ha utilizado una velocidad de obturación rápida para subexponer el fondo, evitando así zonas quemadas en el cielo y resaltar al piloto y la tierra que levanta.

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FujiX10 + flash – L. focal 17,3 (equiv. 68mm.) – ISO100 – 1/800 – f/4

Otra opción muy interesante es la de utilizar la cámara en focal angular, en donde el protagonista ocupe una parte relativamente pequeña del encuadre, dirigiendo hacia él, el haz de luz del flash, pero fijando los reflectores en posición de máxima focal, para concentrar su luz ahí, subexponiendo el resto, logrando así darle más protagonismo.

Dos ejemplos de esto:

En el primero conviven la luz de flash y la artificial de ambiente.

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FujiX10 + flash – L. focal 7,1 (equiv. 28mm.) – ISO200 – 1/800 – f/2

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FujiX10 + flash – L. focal 7,1 (equiv. 28mm.) – ISO200 – 1/2000 – f/2,8

Naturalmente, también es posible la utilización del flash en barridos a baja velocidad de obturación, aunque en este caso, una réflex nos dará siempre un fichero de mejor calidad:

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FujiX10 + flash – L. focal 7,1 (equiv. 28mm.) – ISO100 – 1/20 – f/2,5

La zapata estándar con contacto central, permite también utilizar sistemas de disparo de flash alejado de la cámara, en que el emisor se sitúa en la zapata de la cámara, y el receptor acoplado al flash distante.

A continuación una toma nocturna, en la que el flash se ha situado arriba y a la derecha del encuadre.

Si bien 100 y 200 ISO son las sensibilidades en que mejor se desenvuelven los sensores pequeños, en esta toma y a pesar de que 100 ISO se podía haber utilizado perfectamente, he optado por 800 ISO para que la luz ambiente tuviera más presencia, algo muy deseable en tomas nocturnas.

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FujiX10 + flash – L. focal 7,1 (equiv. 28mm.) – ISO800 – 1/10 – f/3,6

Hay dos categorías de disparadores a distancia, los que actúan por infrarrojos y los que lo hacen mediante ondas de radio, siendo estos últimos la mejor opción, ya que los primeros tienen un alcance limitado, y necesitan que se vean, emisor y receptor para poder actuar.

Yo utilizo los Yongnuo RF-602, del mismo fabricante que el flash, que tienen la ventaja de poder ser utilizados en cualquier sistema réflex o compacto, con tal que cumplan el requisito de tener zapata estándar como es el caso de Canon, Nikon, Fuji, Pentax, Olympus, etc. y lo más sorprendente, es que en un sistema compacto, sincronizan sin fallos, hasta 1/640, y a un precio sin rival.

En el ejemplo siguiente, el flash está situado bastante lejos, y detrás del árbol de más a la derecha para que no se vea.

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FujiX10 + flash – L. focal 28,4 (equiv. 112mm.) – ISO100 – 1/400 – f/2,8

5.- Objetivo zoom no muy amplio, pero luminoso.

Tamaño del sensor, amplitud del zoom, y obertura máxima de éste a su máxima focal, determinan las medidas de la cámara.

Para unas medidas exteriores determinadas, los constructores pueden optar por rango de focales amplio, con apertura máxima relativamente cerrada, o rango limitado pero apertura grande.

En deportes, y ya que tendremos muy en cuenta que con la ayuda del flash nuestras fotos nos permitirán mejorar la calidad de las mismas, nos interesará por encima de todo, una gran luminosidad; lo ideal desde mi punto de vista, sería un 24-100 f2,8 y la Fujifilm X10 con su rango de 28-112 f/2-2,8 se acerca bastante a lo óptimo.

A pesar de que como hemos visto, el alcance de un flash en una compacta es mucho más elevado que en cualquier réflex a alta velocidad de obturación, no olvidemos que ese alcance viene determinado también por el diafragma usado, y si por ejemplo con un diafragma de f/2,8 el alcance efectivo de nuestro flash es de 10 metros, al cerrar dos pasos de diafragma (f/5,6) ese alcance se reduce a la mitad, o sea 5 metros, algo muy a tener en cuenta.

En fotografía de movimiento, la técnica del barrido a baja velocidad de obturación, es un recurso muy utilizado, y que nos permitirá salvar muchas fotos, o darles un plus que no tendrían si esa velocidad de obturación aplicada, fuera mayor.

Si bien el potencial de una misma foto obtenida con una réflex será mayor para grandes ampliaciones, y que el visor de cualquier réflex, tanto en cobertura como en calidad óptica superará a una compacta, esta última tiene la ventaja de que en el seguimiento del móvil, en ningún momento perdemos la visión del mismo, algo que sí ocurre cuando se levanta el espejo de una réflex, lo que aumentará las opciones de obtener una imagen más limpia, en las mismas condiciones, con una compacta.

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FujiX10 – L. focal 8,9 (equiv. 35mm.) – ISO100 – 1/80 – f/5

También es deseable que el objetivo de nuestra compacta permita la incorporación de un filtro en la parte frontal de la lente; y digo esto pensando precisamente en los barridos a velocidades de obturación lenta, cuando las condiciones de fuerte iluminación hacen que para el mantenimiento de una buena exposición nos veamos obligados a cerrar en demasía el diafragma; ya que al tratarse de sensores pequeños con abundancia de píxeles por unidad de superficie, diafragmas muy cerrados degradan la imagen a causa de la difracción; en estos casos, utilizo, y es aconsejable hacerlo, un filtro de densidad neutra que absorbe parte de la luz que llega al sensor. Yo utilizo uno de ND16, que reduce en 4 pasos la intensidad lumínica, pudiendo trabajar así con diafragmas más abiertos, que permitirán aprovechar lo mejor de nuestro objetivo, como ocurre en la foto que sigue.

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FujiX10 + filtro ND16 – L. focal 18 (equiv. 71mm.) – ISO100 – 1/125 – f/4,5

Finalmente y a modo de resumen, la enumeración de los pasos que sigo para la obtención de mis fotos deportivas con la Fuji X10:

-Lo primero y más importante, dependiendo del tipo de competición y de los movimientos mas o menos repetitivos de los participantes en ella, será la elección de un punto de vista y un fondo donde ubicar a nuestro protagonista, protagonistas, que sea estéticamente el mejor dentro de los posibles.

-Ajustar manualmente los parámetros de exposición de la cámara; velocidad, diafragma e ISO, para ese encuadre en concreto, con ayuda del histograma.

-Caso de utilizar el flash, ajustar manualmente la exposición debida a él, dirigiendo su cabeza, variando el ángulo de sus reflectores y fijando la potencia hacia el lugar deseado, hasta lograr el efecto apetecido, con ayuda también del histograma.

-Bloquear manualmente el foco a una distancia donde podamos asegurar que el móvil quedará dentro de su zona de profundidad de campo.

-Desconectar el Live View, seleccionando luego el modo de obturador a disparo único, es decir, desconectando la ráfaga; algo principalmente importante cuando hacemos uso del flash en localizaciones con abundante luz ambiente, ya que ráfaga y flash forman un matrimonio mal avenido; por poner un ejemplo, el último flash de Canon, el 600EX-RT, según el fabricante, tarda en recargarse completamente tras una descarga completa, aproximadamente unos 3,3 segundos. No hace falta ser matemático para deducir qué pasará, si nuestra cámara dispara a varias imágenes por segundo.

-Tener pulsado el botón de disparo hasta la mitad unos segundos antes de que se aproxime nuestro protagonista, para finalmente apretarlo hasta el fondo y obtener la fotografía, cuando éste, ocupe la posición prevista en el encuadre.

Texto e imágenes:

Carles Costa Parareda.