La otra gran faceta de su obra durante este período es la vida cotidiana
en los barrios populares de la ciudad. Las parejas (seguimos con el tema del
voyeurismo), los niños en la calle, la gente en la playa… Imágenes
amables, sobre todo en comparación con su otra temática, que formaran
el ideario colectivo de las gentes de Nueva York. La representación de
una época y su modo de vida. Desde entonces, cuando alguien quiere saber
como era esa ciudad en los años 40-50 pensará en las imágenes
de Weegee.

En muchas ocasiones emplea película infrarroja, para fotografiar sin
llamar la atención. Para robar fotos en la oscuridad de los cines, para
fotografiar a las parejas en los parques o para retratar a la alta sociedad
cuando piensan que nadie los ve.


Usa, en fin, todos lo medios a su alcance para lograr la imagen
de lo que busca. No tiene reparos en manipular las fotos, eliminar objetos y
reencuadrar, u orquestar escenas. Por ejemplo, una de sus fotos más conocidas,
“The Critic”, la consigue haciendo que un ayudante lleve a una alcohólica
con la que coinciden a veces, a las inmediaciones de la Opera, para esperar
a que se acerque alguien de la alta sociedad. En el momento oportuno, el ayudante
se separa y ya tenemos la foto… tras cortarla en laboratorio.


Posteriormente, en 1946 se traslada a Hollywood, donde participa
en algunas películas, retrata a las estrellas del cine y se convierte
en su propio personaje. Fruto de ese trabajo publicará el libro “Naked
Hollywood” en 1953.

En la última parte de su vida, de vuelta en Nueva York, se dedicará
a exponer su obra y a experimentar con juego ópticos en la ampliadora.
Sin embargo, cuando se piensa en Weegee todos pensamos en sus fotos de gangsters
y escenas callejeras de los años 40.

Weegee con Vampira en 1952

Lauren Bacall en la noche de los Oscars de 1952
Influencia

La obra de Weegee ha tenido más influencia de la que se pudiese pensar
a primera vista, y en direcciones muy variadas.

Su estilo directo, de meterse en la escena, de conceder mayor importancia a
lo que vemos que a cómo lo vemos es algo que heredarán fotógrafos
tan dispares como Diane Arbus o William Klein. En su libro sobre Nueva York,
Klein lo que busca es romper con la tradición de fotos “bien compuestas”
a favor de una fotografía que transmita sensaciones, en concreto la de
estar metido en medio de la ciudad. Fotos agresivas, directas, sin concesiones,
tomadas desde muy cerca y sacrificando la escala tonal si con ello se logra
expresividad.

Weegee “Su primewr asesinato” 1941

William Klein

William Klein

El interés mostrado por Weegee hacia los freaks y personajes de los márgenes
de la sociedad (enanos, travestis, lesbianas) será compartido por Lisette
Model y heredado por fotógrafos como Diane Arbus o Mary Ellen Mark. Un
enfoque franco, que no muestra sentimientos, moralmente neutro. Weegee y Model
entablaron amistad en la Photo Leage. Una asociación de fotógrafos
de izquierdas a la que ambos pertenecían y donde él expuso por
primera vez (“Murder is my business” 1941).

Su influencia sobre Arbus se puede ver en el uso del flash directo, en la despreocupación
por la composición y en ciertos aspectos de la temática de su
obra.

Weegee

Lisette Model

Diane Arbus. “Patriota”

Diane Arbus

Y si seguimos la línea iniciada, podemos ver la influencia tanto de Weegee
como de Arbus, en fotógrafos como Martin Parr. El uso del flash a bocajarro,
el gusto por lo vulgar, por la cultura popular, las fotos que “te golpean”.
La inmediatez.

Martin Parr

Martin Parr

Pero aún hay un aspecto más donde podemos ver la influencia de
Weegee. Se trata de su faceta como visionario proto-pop.

Se adelanto a la fascinación de los artistas pop por la mezcla entre
violencia y felicidad. En la fascinación por el culto a los famosos.
El gusto por lo friki y lo absurdo de la sociedad de los mass-media. El voyeurismo,
que ya vimos en su obra.

Lo podemos observar también muy claramente en sus últimos trabajos.
Sus “distorsiones” usando las fotos de famosos, o la suya propia,
ya que se consideraba famoso (y lo era).

Estas obras, de las que casi nadie se acuerda, están emparentadas con
las que realizaba Warhol basándose en retratos de iconos, tipo Marilyn.

Weegee
Texto: ©Héctor Fernández

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