Cuando poco a poco nos estamos acostumbrando a la iluminación con tecnología LED en otros ámbitos (semáforos, luces de posición en coches, lámparas domésticas), también empiezan a verse equipos para fotografía profesional con luz continua. La empresa Litepanels dispone ya de una gama amplia de productos, desde ventanas de 1x1m (que se pueden montar en mosaico), hasta equipos para fotografía submarina.

La principal ventaja de la iluminación por LED es naturalmente su bajo consumo. Para hacernos una idea, una lámpara incandescente tiene una eficiencia -medida como la luz que produce por cada vatio de consumo- del 10% (algo más para las halógenas) y las bombillas de bajo consumo -o fluorescentes compactas– andan sobre el 50%. Frente a esto, la iluminación LED supera el 90% de eficiencia. Además de las medioambientales, esto tiene consecuencias directas para su uso fotográfico, sobre todo en localización: reducir la demanda de energía hace que los equipos necesarios para generarla sean mucho más ligeros. Otras ventajas son su reducido peso, el hecho de que no emitan calor y su durabilidad, del orden de decenas de miles de horas.

El principal inconveniente, por supuesto, es su precio actual, que hace que a día de hoy no sea una opción muy viable. 1500 euros por un panel de 1×1 metro no es un coste que muchos se puedan permitir. Sin embargo las bombillas LED para uso doméstico también eran prohibitivas hace un tiempo y yo ya tengo alguna en casa. Con el tiempo los precios bajarán y para algún tipo de fotografía, sobre todo cuando la limitación de peso o fuentes de energía sea importante, se convertirá en una herramienta imprescindible.

Por Félix Sánchez-Tembleque y Domingo Gómez Algaba