De las tres propiedades básicas de la luz como elemento fotográfico –calidad, dirección y color- trataremos ahora la dirección. Cuando hablemos de la dirección de la luz en fotografía, la referencia será el eje de la lente, y en función de esto tendremos tres tipos básicos de luz

–   Luz frontal, alineada con el eje de la lente y de espaldas al fotógrafo.
–   Luz lateral, que proviene de una fuente fuera del eje de la lente, ya sea horizontal o desde una posición cenital o nadir.
–   Luz trasera o contraluz, alineada con el eje de la lente y de frente al fotógrafo.

Cada una de ellas produce unos efectos en la imagen, y al igual que dijimos para la calidad de la luz, no hay una dirección buena o mala, sino adecuada, o no, para nuestros propósitos creativos. Además no existirá en general una luz con una dirección perfectamente alineada ni perpendicular a la mirada del fotógrafo, sino con ángulos que se aproximan a esas situaciones o intermedios entre ellas.

Luz frontal: es la iluminación más fácil de usar, y por eso el consejo que se da en los primeros pasos al fotografiar: ‘tener la luz a la espalda’. Las sombras quedan detrás de los elementos del encuadre y no se ven, y esto puede hacer que la fotografía sea plana. Sin embargo esta luz revela los tonos y los colores con gran fuerza. En el caso de elementos sin brillo la saturación de colores es máxima. Suele ser una de las preferidas para la fotografía de fauna, y es la que hace posible el fenómeno del arco iris.

Luz lateral: tal y como vimos en el LAB 7 y 9, la luz lateral produce dos efectos fundamentales: revelar volúmenes y texturas. Ligeramente ladeada a 45 grados refuerza la sensación de volumen y perfectamente rasante con las superficies muestra su textura. Como tercer efecto y si se trata de una fuente puntual, con luz dura, puede producir un contraste excesivo entre la parte iluminada y la parte en sombra, pudiendo corregirse esto difuminando la luz o rebotando una parte hacia la parte en sombra. La luz cenital del mediodía suele considerarse una mala situación fotográfica, pero sin embargo puede ser la única oportunidad de iluminar un valle angosto, o de revelar la textura de una superficie vertical.

Luz trasera o contraluz: ilumina la parte trasera de los elementos en el encuadre, proyectando sombras hacia la cámara y marca un halo de luz alrededor de los elementos revelando su forma como una silueta. También proporciona oportunidades interesantes en el caso de elementos translúcidos. El exceso de contraste hace que los elementos a contraluz aparezcan como figuras negras sin ningún detalle, esto se puede corregir con un flash de relleno o un reflector. Conseguir una exposición correcta puede ser complicado.

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texto: wiggin | fotografías: joro, jmblanco, zigy, Jaime Mu, Chavi, Sil, fredarron, frivera, asfalto