Ya hemos hablado en otra ocasión de cómo funcionan los dos principales sistemas de autofoco de las cámaras modernas: el autofoco por detección de fase de las réflex, y el autofoco por contraste de las compactas, las réflex en el modo LiveView (con excepciones) y las nuevas cámaras compactas de objetivos intercambiables sin espejo, las EVIL. A pesar de que en ocasiones el autofoco por contraste puede superar al de detección de fase en condiciones de muy baja luz, la principal ventaja de este último es sin duda la velocidad y hasta ahora las diferencias son muy grandes, tanto que para determinados tipos de fotografía sólo es posible usar una réflex.

Sin embargo Fujifilm, que siempre se empeña en no seguir el camino trazado y buscar innovaciones en sus sensores cuando otros fabricantes suelen ser más conservadores en esto, nos ha presentado la semana pasada varios modelos de cámara compacta con un sistema nuevo que promete acercar las compactas a la velocidad de las réflex.

El nuevo sensor, que equipan sus modelos F300EXR y Z800EXR dispone de píxeles extra que se ocupan del autofoco y lo hacen con un sistema de detección de fase como la SLR. Las medidas oficiales de Fujifilm -eso si, con buena iluminación- dan una respuesta de 0,158 segundos cuando las nuevas NEX de Sony rondan los 0,4s y la Olympus EP-2 los 0,96s. En FotoActualidad podemos ver ya una prueba independiente de la velocidad de este nuevo sistema híbrido.

El sensor mantiene los modos EXR de reducción de ruido o ampliación del rango dinámico. La pena es que Fujifilm no se meta en una alianza porque sus sensores con otro cuerpo y óptica como las de Panasonic serían sin duda una combinación fantástica.

Por Félix Sánchez-Tembleque (wiggin)