Aprovechando que aún no tenemos que empezar a trabajar (acaban de decirme que mañana las 9 de la mañana, rueda de prensa aquí, en el MPC…bien), pues hemos cumplido la visita que no podíamos perdernos.   Taxi, metro, transbordo, bus 919…y ya estás en «The Great Wall» ( 長城 ) es así de sencillo. Vamos, que no sé cómo no había venido antes. Nos encaminábamos hacia la entrada, y unos chicos autóctonos subían a nuestro lado. «¿Es tu primera vez aquí?», me pregunta uno de ellos. Como si pudiera venir todos los meses.

Es curioso, los autobuses hacia la muralla van llenos de chinos. Yo me esperaba bastantes guiris y algunos chinos, pero de los 1.300 millones que son, supongo que quedan algunos que aún no la han visto. Por cierto, flipante la cantidad de gente que va en el metro en plena hora punta, a las 8 y pico de la mañana.

Bueno, y luego, visita a la plaza de Tiananmen, a la Ciudad Prohibida, y finalmente, tras dar cuenta de UN MARAVILLOSO Y SORPRENDENTE SOLOMILLO con salsa teriyaki por unos 8 euros, a uno de los mercadillos más concurridos de la ciudad ubicado en un edificio comercial, por donde es imposible avanzar sin que te agarren, «amigo!», para obligarte a comprarles un tanga de leopardo, si te descuidas. Miles de puestos de ropa, relojes, zapatillas y todo lo demás que se te ocurra, todo más falso que un billete de 6 euros. Menuda experiencia. Eso sí, tengo un Breitling y un Tag Heuer Carrera, flipantes. Esperemos que duren al menos unos meses.

Y en la calle, bicis, bicis, bicis…miles de bicis de paseo. Por cada coche hay tres bicis, y no se cortan un pelo, ni ante la amenaza de un coche o un autobús, ni ante la posibilidad de matar a un pobre transeúnte extranjero. Un poco más adelante de esta foto, en la misma acera, nos hemos comido el famoso solomillo.

Hoy ha sido un machaque, el calor es agobiante, la humedad, terrible. Hemos cogido un taxi para pasar por el hotel y traer el portátil al MPC y hacer la crónica y no he podido evitar dormirme enmedio del atasco que se ha montado a las 6 y pico de la tarde. Cuando me he despertado, allí seguíamos metidos. Al final, una hora de taxi, que nos ha costado la friolera de…5 euros. Ole.

Pasan y nos saludan Rafa Casal y José Antonio García, MARCA. Hace un rato, Pepe Andrés y Jesús Rubio, AS. Ya van llegando.

Y ahora…rabiad, rabiad, malditos! Tacháaaaan!

Vamos a empezar. Todo eso que véis, quitando el portátil y añadiendo un precioso chaleco de fotógrafo con el «Kodak», Beijing 2008, PHOTO y tal por ahí bordado, nos lo han obsequiado entre organización, Kodak y Canon.

¿Listos? Abrid la foto en grande y localizad :

Una mochila negra del copón, una alfombrilla de ratón, una visera Lenovo para el portátil que encaja a la perfección con mi portátil Lenovo (anda!), una bolsa Tamrac con bordados del CPS, cremas para protegerse del sol y para cuidarse las manos, toaliitas para limpiar al bebé, si te lo has traído a los JJOO, una radio FM con cascos, una linterna, un ventilador USB, una bolsa para un cinturón de fotógrafo, otra bolsa de Lexar con una SD de 4Gb y 133x, unas gafas de sol, unos prismáticos, un adaptador de clavija para enchufes, una Compact Flash Sandisk eXtreme 4 Ducati Edition de 4Gb y 150x, una SD convertible eXtreme 4 Ducati Edition de 4Gb y 150x, un ratón inalámbrico, un extensor de red, un extensor USB-FireWire, un candado con alarma para el portátil…y una linterna USB para el portátil.

Y como esto me ha dejado agotado, voy a mandar a casa unas fotos haciendo el Caborian por «la pared más larga del mundo».

Mañana, a currar. Cagüennnnnnnnnnnnnnnn…!!!

JMC