Alberto Riera, [[C|-|E]], ha probado para Caborian el Canon EF-S 60mm. f/2.8 Macro USM. Es la aportación más reciente de la casa al mundo de los macros. Resulta un objetivo pequeño y ligero (335 gramos), muy cómodo de utilizar y que permite una relación de ampliación 1:1. Internamente, consta de 12 elementos en 8 grupos, un motor USM rápido y silencioso y un sistema de enfoque interno que permite a la lente mantener una longitud constante en todo momento.


Estos dos últimos puntos representan una clara ventaja sobre su hermano el 50mm. f/2.5 Compact Macro, que posee un motor lento y ruidoso y un sistema de enfoque externo (la longitud de la lente va variando a medida que enfocamos). Igualmente, el 50mm f/2.5 sólo ofrece una relación de ampliación de 1:2, a diferencia del apreciado 1:1 del 60mm. (aunque la distancia mínima de enfoque son sólo 20cm). También hay que tener en cuenta que el 60mm. está limitado a operar exclusivamente en la EOS 20D, EOS 300D y EOS 350D (de momento). Todas nuestras pruebas se han hecho utilizando como cuerpo una EOS 300D y un objetivo cedido por Fotocentro para la prueba.

Externamente, el objetivo en la mano parece relativamente
frágil, además de ligero. Está construido con elementos plásticos y no da una
sensación de calidad sobresaliente, aunque sí pasable. Una vez montado en la
cámara lo primero que sorprende es la rapidez y precisión del enfoque. El motor
USM cumple sobradamente su función y además opera de forma muy silenciosa. Las
imágenes que se obtienen a través del visor resultan luminosas, y cuando se
conmuta a enfoque manual éste no se hace ni engorroso ni pesado, aún en
condiciones de baja iluminación.

Aquí tenemos una vista de nuestro objetivo. Espero me disculpeis la calidad de la foto, ya que está tomada dentro de Fotocentro con la iluminación propia de la tienda (hay mezcla de luces de distinto tipo). Se puede apreciar el pequeño tamaño del grupo frontal del macro, el diámetro de filtro que utiliza va acorde con él, tan sólo 52 mm. Para las pruebas en exteriores, se eligió el conjunto de edificios que está justo en frente de la tienda, y que se está convirtiendo en algo muy popular. La pared de los mismos, junto con los balcones, ofrece una buena referencia para valorar las lentes. Las imágenes corresponden a lo que muestra el archivo RAW según se interpreta, es decir, no se ha variado ni la exposición ni el balance de blancos, ni ningún otro aspecto.

Se comenzó disparando a f2.8 y posteriormente, se subió, paso por paso, hasta f32.

Lo primero que llama la atención es que a la máxima apertura la lente ofrece una calidad excelente. Tanto, que yo, personalmente, no he visto nada parecido en cualquier otro objetivo Canon que haya probado. La diferencia centro-esquina es casi inapreciable, el viñeteo es poco acusado, y la imagen al 100% es francamente nítida.

Las siguientes imágenes son recortes al 100% del centro y las esquinas de la foto a f2.8

Centro 2.8

Esquina 2.8

Éstos son los recortes al 100% de la misma fotografía tomada a f8.0. Las diferencias de nitidez son mínimas, y tan sólo se aprecia un leve viñeteo en la esquina a f2.8.

Como el 60mm. macro podría ser utilizado como objetivo de reproducción, y por tanto, en este tipo de trabajos sería normal cerrar el diafragma en gran medida, se tomó la misma foto a f32, con estos resultados:

centro f32

esquina f32

Se observa cierta pérdida de nitidez tanto en el centro como en los bordes, pero es leve, y la calidad final de imagen sigue resultando muy aceptable. Hay que considerar también que esto sólo se aprecia a diafragmas extremadamente cerrados, ya que ni a f20 ni a f25 se observa ningún tipo de pérdida de calidad. A fin de comprobar la aberración cromática de la lente, disparamos justamente a los tejados de los mismos edificios, ya que hay una importante diferencia de luminosidad entre las fachadas (orientadas a una calleja por su parte derecha) y el cielo. Se forzaron las condiciones de la imagen para incrementar las posibles aberraciones.

Como se puede observar en este recorte al 100%, el comportamiento es excelente. Para las pruebas en interior contamos, en esta ocasión, con una modelo excepcional. Nada menos que una Leica M6 con cuerpo de Titanio, una cámara de coleccionista. La máquina se situó sobre una caja de luz, y no se intentó atenuar la misma, a fin de que surgieran partes quemadas en la foto que permitieran comprobar el comportamiento del objetivo en estas situaciones. Tampoco se eliminó ningún tipo de brillo con el polarizador. Se ha corregido, sin embargo, el balance de blancos en el RAW (es la única modificación que presentan las

fotos de interior, ya que gran parte de la luz era de tungsteno).

Leica utilizada para la prueba.

Empezamos con esta imagen (f2,8), que tiene una carga de despropósitos considerable en la esquina inferior derecha. En ese punto, observamos una sobreexposición más que acusada, debido a la caja de luz que se encuentra debajo de la cámara.

Un recorte al 100% de la zona correctamente expuesta (no se ha aplicado máscara de enfoque) permite observar en primer lugar la mínima profundidad de campo del objetivo, (común a todos los macros), y en segundo lugar, la escasa aberración cromática de la lente alrededor del texto.

La imagen idéntica del 50mm también presenta una elevada calidad, aunque frente a frente, es ligeramente menor que la del nuevo objetivo EF-S. Este otro recorte corresponde a la zona sobreexpuesta:

La tónica general es la misma que antes, extremadamente leve aberración cromática con una resolución elegante de las transiciones entre la zona quemada y la correctamente expuesta.Para las pruebas de bokeh se fotografiaron algunos detalles de la cámara. En este apartado, las valoraciones son mucho más personales, aunque indudablemente el objetivo sale más que airoso en todos los casos.

Bokeh a f2.8.

Esta siguiente serie de 3 fotos está realizada siempre sobre el mismo motivo, cerrando progresivamente el diafragma:

A f4.5

A f8.0

A f14.0

Las transiciones son en todo momento muy suaves, y el desenfoque resulta muy agradable. Hay que volver a apreciar lo bien que se comporta la lente en la zona quemada de la imagen, que aunque está enormemente sobreexpuesta prácticamente no llega a molestar.Canon ha hecho un gran trabajo con este objetivo que cuesta menos de 400 euros. Su relación de ampliación 1:1 y su distancia focal lo convierten, en una cámara de factor de multiplicación 1.6, en un 96 mm. 1:1. La calidad óptica es ridículamente buena en todos los casos y el rendimiento en cuanto a color y saturación también. El enfoque resulta rápido y muy preciso, la lente es ligera y cómoda de llevar… sólo hay un par de puntos criticables, su regular acabado y que es EF-S, lo que impide su utilización en cámaras de alta gama. Esto lleva a un situación un poco curiosa, ya que probablemente un usuario convencional de 20D ó 350D que desee fotografiar animales pequeños y detalles prefiera el 100mm. f2.8 (con el 60mm. hay que meterse totalmente encima del objeto, lo que no lo hace, a mi ver, apropiado para insectos y seres afines). Por otra parte, un usuario que lo vaya a utilizar como objetivo de reproducción en estudio (enfoque manual), probablemente escoja a su hermano, el 50mm., ya que es compatible con toda la gama Canon y tiene un excelente rendimiento a un precio menor, a pesar de su primitivo diseño y ruidoso motor.

Autor: Alberto Riera, [[C|-|E]]