La Konica Minolta Dynax 5D (Maxxum 5D en América) se anunció el 15 de Julio de 2005 como una nueva cámara réflex con un sensor (CCD) APS de 6,1Mp efectivos y bajo precio. La hermana menor de la 7D fue presentada por la compañía con la clara intención de competir con la Canon EOS350D y la Nikon D50 e incorpora algunas tecnologías novedosas muy interesantes, como el sistema antivibración en el propio cuerpo de la cámara, patentado por la marca, y que ha sido denominado Anti-Shake technology (AS de aquí en adelante). Gracias a Fotocentro, hemos podido contar con una unidad de prueba para analizarla, equipada con un objetivo Konica Minolta AF DT 18 – 70 mm f 3.5-5.6 (que forma parte del kit en el que se incluye la cámara).

Cuando se saca la 5D de la caja por primera vez y se comienza a trabajar con ella la primera impresión que ofrece es que su calidad de fabricación resulta, en apariencia, inferior a la de la competencia. Esta sensación se debe sobre todo a la existencia de pequeñas holguras en la cruceta situada en su parte posterior y a que el plástico que compone su cuerpo carece de cualquier tipo de rugosidad o acabado (excepto en zonas muy determinadas). Sin embargo, cuando se comienzan a comprobar en detalle otros elementos, como la consistencia de giro de los diales o bien la inserción del resto de botones de la máquina dicha impresión desaparece en parte.

La cámara en sí misma es muy ligera, ya que tan sólo pesa 590 gramos (sin lente ni baterías), es decir, se mueve en el orden de pesos de la EOS 350D o la Nikon D50 (con ligeras variaciones, claro). Su tamaño también es bastante pequeño y se acerca mucho al de la 350D, que ya fue algo criticada por este aspecto en su día, y de hecho, el 18-70 del kit se antoja bastante grande cuando se monta en la cámara.

En la parte posterior de la misma se encuentran la mayor parte de controles. Lo primero que llama la atención es la gran pantalla de 2,5″, que arroja de forma constante información sobre nuestra toma. En este sentido, la 5D funciona como la Olympus E-300, ya que carece de dos LCDs, como muchas cámaras de la competencia. Esto se ha suplido manteniendo encendida de forma permanente la pantalla montada en la máquina, que bien sirve para revisar las fotografías realizadas, bien para comprobar los datos de la captura que vamos a realizar o configurar diversos parámetros. Como se puede observar en la imagen inferior, se muestra información sobre la velocidad de disparo, el balance de blancos, la apertura, la compensación de la exposición, el modo de medición, el punto de enfoque seleccionado, la calidad de imagen, el estado de la batería, el valor ISO configurado… Minolta ha realizado un buen trabajo con esta pantalla y aunque su resolución no sea sobresaliente (115.000 píxeles frente a los 207,000 de la 7D), se muestra suficiente para revisar nuestras fotografías con comodidad relativa y sin forzar en exceso la vista. Además se puede consultar a pleno sol sin problemas. La cámara incorpora un par de detalles muy de agradecer en relación al LCD: el primero de ellos es su desconexión automática cuando miramos por el visor, lo que evita molestias a la hora de realizar la fotografía en entornos oscuros. El segundo comprende la rotación de toda la información de la pantalla si nos decidimos a disparar en vertical, lo que evita tener que girar la cabeza para consultar los datos de la misma. Dos «pequeños» añadidos que francamente se agradecen en gran medida a la hora de trabajar.

Además del LCD, en la parte posterior de la 5D se encuentra el interruptor de encendido, el botón de compensación de la exposición (+/-; se puede compensar +/- 2 pasos en incrementos de un tercio de paso), el botón multifunción (Fn), el de bloqueo de enfoque (AEL), el de despliegue de los menús de configuración (Menu), el de conexión desconexión del LCD (|O|), el de visualización de imágenes y el de la eliminación de las mismas.

A la derecha del LCD se encuentra la cruceta para la navegación por los menús de la máquina y justo en su centro el botón de confirmación. Finalmente, abajo del todo a la derecha se encuentra el conmutador que activa o desactiva el AS, junto a la toma de corriente que permite la alimentación externa de la cámara.

La navegación por los menús de la 5D es francamente intuitiva y sencilla. Todas las operaciones se pueden realizar de forma rápida, y además, las opciones más comunes se pueden cambiar directamente mediante la pulsación de alguno de los botones de su parte trasera en combinación con el giro de los diales superiores.

El visor de la cámara se asemeja en gran medida al de cualquier otra réflex con sensor APS, las marcas siempre suelen anunciar que son especialmente brillantes y eficaces cuando en realidad resultan pequeños y oscuros. El de la 5D no es una excepción, e incluso se puede decir que se ve bastante bien, comparado con el que equipan algunas de sus competidoras. Sin embargo, sí que posee cierto efecto túnel. A su alrededor se encuentra una amplia superficie de goma a fin de facilitar el apoyo de la cámara contra la cara.

En la parte superior se localizan dos diales. El izquierdo es el dial encargado de controlar el balance de blancos de nuestras fotografías y con el derecho podemos elegir el modo de disparo: los clásicos modos M, S, A y P, un modo totalmente automático, y los predefinidos, que veremos más adelante.

Al lado del dial derecho se encuentra el botón para el cambio de ISO y el que conmuta entre el modo ráfaga, temporizado o de un sólo disparo. Sobre ellos se localiza el disparador y un pequeño dial de control (Control Dial).

En vista fontral podemos observar, arriba a la izquierda, el indicador luminoso del modo de disparo temporizado (según su intermitencia sabremos si queda más o menos para que la cámara realice la fotografía automáticamente). Abajo y justo a la izquierda de la bayoneta se encuentra el botón de previsualización de profundidad de campo, y a una altura media y en la zona derecha de la misma, el de expulsión y recambio de las lentes. Como se puede apreciar, la bayoneta de la cámara es totalmente metálica y presenta muy buena calidad.

En el lateral izquierdo (si la tenemos cogida con el objetivo hacia delante, como para tomar una fotografía) se localiza el conmutador de enfoque automático/manual, y justo bajo él, la toma para el control a distancia del aparato.

El slot para las tarjetas de memoria se halla en el lado opuesto de la máquina. La 5D utiliza tarjetas Compact Flash, y es bastante curioso comprobar como justo al lado del slot y protegido por la misma tapa que impide el acceso a la tarjeta de memoria, se localiza la toma USB 2.0 de la cámara. Esto significa que la Dynax es capaz de operar con el compartimento que aloja el slot de la Compact Flash abierto, algo francamente inusual. Toda esta parte de la cámara ofrece una excelente calidad, siendo la extracción e inserción de nuevas tarjetas una operación extremadamente intuitiva y sencilla (obviamente). La visualización y grabación de las fotos se hace a gran velocidad. En la prueba utilizamos una Sandisk Extreme III de 1Gb y luego una Sandisk normal de 512Mb. Con cualquiera de las dos tarjetas la cámara trabajó francamente rápido.

La 5D también va equipada con un pequeño flash que resulta muy útil en la mayoría de situaciones. En esta ocasión no existe el típico botoncito que lo hace salir disparado si no que se levanta de forma manual (lo cual tampoco está mal, porque ahorra tirones y golpes inútiles, ya que en el resto de cámaras acostumbra a saltar como una centella). Posee un ángulo de cobertura de 24 mm (35 mm. equiv.) y puede sincronizarse a 1/160 con el AS apagado y a 1/125 con él operando. Se puede compensar +/- 2 pasos en incrementos de 1/3 de paso. La cámara ofrece un número aceptable de opciones de trabajo con él, que incluyen: el flash de relleno, el modo de reducción de ojos rojos, la sincronización a la segunda cortinilla (rear flash sync) y el modo de sincronización para flashes remotos sin necesidad de cable. A efectos prácticos, se puede trabajar perfectamente con el flash y el objetivo del kit a su mínima longitud focal. También puede usarse como un elemento de asistencia al enfoque (con un alcance de 5 metros).

Las baterías que equipa la cámara, como se ve en la fotografía, son de Ión Litio, 7,4V y 1500 mAh. Es decir, similares características y aspecto casi idéntico a las baterías clónicas de Hama que tan populares se han vuelto entre los usuarios de la 20D. Los conectores, como era de esperar, resultan totalmente distintos. El compartimento de baterías es muy similar al de cualquier otra réflex, aunque el sistema de sujeción de las mismas, a base de una palanquita giratoria, se antoja a priori algo menos seguro que otros tipos de mecanismo presentes en cámaras de otras marcas. En cualquier caso, probablemente esto sea más una apreciación personal que otra cosa. La duración de la batería, aún a pesar del LCD constantemente encendido, es buena y la cámara no presenta problemas de autonomía.