Modos de Disparo

Por otra parte, ya comentamos en su día cuando se analizó la E-300 que era una de las cámaras más completas del mercado en cuanto a modos de disparo. La nueva E-500 no se queda atrás y nos ofrece prácticamente un modo para cada situación. Dentro de los creativos tenemos:

  • M: Manual. El usuario decide todos los parámetros de la toma en cuanto a velocidad de exposición y diafragmado de la lente.
  • S: Prioridad a la velocidad de obturación, que es elegida libremente por el usuario al tiempo que la cámara ajusta correctamente la abertura del diafragma.
  • A: Prioridad a la abertura. La cámara ajusta el tiempo de exposición automáticamente mientras que nosotros decidimos el diafragma del objetivo.
  • P: modo automático en el que el aparato elige apertura de diafragma y velocidad de disparo. Si una vez fijados estos parámetros giramos el disco de control podemos seleccionar diversas combinaciones de apertura/velocidad que nos garanticen una correcta exposición.

Fuera de los modos creativos se encuentran los siguientes:

  • AUTO: es el modo totalmente automático. En este caso, la máquina elige todos los parámetros de la escena y si es necesario se sirve del flash.
  • Retrato: la Olympus abre el diafragma, a fin de enfocar sólo la persona fotografiada y desenfocar el fondo.
  • Paisaje: se saturan los colores azules y verdes.
  • Paisaje + retrato: se cierra el diafragma lo más posible a fin de que todos los planos permanezcan a foco.
  • Escena nocturna: compensa las zonas de máxima iluminación a fin de evitar áreas sobreexpuestas y permite captar la luz global del ambiente minimizando la sobreexposición debida a farolas u otros elementos artificiales.Requiere trípode.
  • Noche + retrato: el flash dispara en modo de reducción de ojos rojos para iluminar el primer plano, donde se supone que está la persona fotografíada. Luego la exposición prosigue para captar la luz ambiental de la escena. Requiere trípode.
  • Niños: aumenta la velocidad de disparo todo lo posible para congelar la acción.
  • Deporte: también se incrementa la velocidad de disparo para congerla la fotografía.
  • Altas luces: para escenas sobreiluminadas donde el fotómetro puede fácilmente errar en la medición. Permite obtener claves altas correctamente expuestas.
  • Bajas luces: incrementa el tiempo de exposición para que todos los matices de la escena sean recogidos con fidelidad y las sombras posean detalle.
  • Macro: se cierra todo lo posible el diafragma para aumentar la profundidad de campo.
  • Velas: reproduce los colores cálidos de las mismas, preservando la luz ambiental original (esto es, no se altera el balance de blancos).
  • Puesta de sol: incrementa la saturación de los colores rojo y amarillo. Requiere el uso del trípode y además no se puede utilizar el flash.
  • Fuegos artificiales: el enfoque se conmuta a manual. El flash no puede utilizarse y la cámara comienza a realizar exposiciones lentas para captar la estela de los mismos. Requiere el trípode.
  • Documentos: aumenta el contraste entre las letras y el fondo de las mismas.
  • Playa y nieve: compensa el error de medición que suele producirse en estas situaciones debido al exceso de luz en los puntos nevados o en la arena blanca.

La presencia de este gran número de modos de disparo será, desde luego, una ventaja para el usuario menos experimentado que podrá trabajar en situaciones comprometidas con alguna garantía de éxito. Es un detalle considerable por parte de Olympus el incluirlos, ya que aunque la E-500 puede ser usada como una máquina "profesional" su bajo precio es probable que la encamine directamente a un comprador inexperto.

Formas de Medición, enfoque, balance de blancos, modos de flash

La nueva Olympus ofrece hasta 5 formas de mediciónpara nuestras fotografías frente a las tres de la E-300. Los modos que se han mantenido de la generación anterior (aunque mejorados en ciertos casos) son los siguientes:

  • Nueva medición ESP: es la equivalente a la medición matricial de Nikon o la evaluativa de Canon. La cámara analiza la cantidad de luz que incide sobre 49 zonas independientes del fotograma y luego calcula la exposición idónea. Es la forma de medición recomendada para uso general incluso en situaciones muy complejas, como contraluces o lugares sobreiluminados. En nuestras pruebas, la nueva medición ESP de 49 zonas ha trabajado perfectamente en prácticamente todas las situaciones y ya no existe aquella tendencia a la subexposición que manifestaba la E-300 cuando surgían puntos muy brillantes en la imagen (en cualquier caso, el problema fue corregido a posteriori con una actualización del firmware). En esta ocasión, Olympus ha especificado que la medición ESP se realiza sobre una matriz de 7×7, sin embargo, en la E-300 no aportó el dato.
  • Medición ponderada al centro: se analiza la luz incidente a lo largo y ancho de todo el fotograma pero se da más peso a los valores obtenidos en la zona central del mismo.Se utiliza cuando queremos fotografiar un objeto determinado y no queremos que la lectura de luminosidad del fondo afecte a la exposición.
  • Medición puntual: la cámara mide la luz incidente sólo en el área de enfoque central del visor, una región muy pequeña. Es el modo que debemos emplear cuando queremos exponer correctamente un punto determinado de nuestra escena sin que se vea afectada la medición en ninguna medida por el resto de valores de la toma. Se utiliza, por ejemplo, en contraluces muy fuertes si se quiere exponer para las sombras.

Además, la E-500 incorpora dos nuevos modos de medición que son los siguientes:

  • Medición puntual HI (para luces altas): si queremos usar la medición puntual y medimos en un área blanca la cámara tomará esta región como gris neutro. Utilizando este modo la cámara interpreta las zonas blancas como tal y ajusta correctamente la exposición para las mismas.
  • Medición puntual SH (para luces bajas): es equivalente al modo anterior pero para las sombras. Si utilizamos la medición puntual y medimos en un área negra (o casi negra) la cámara interpretará este valor como gris. Sin embargo, con el modo SH los valores medidos serán los correctos en las luces bajas de la región deseada.

La E-500 también ofrece diversos programas de enfoque para adecuarse a nuestras necesidades. En general, dispone de los 3 modos básicospresentes en todas las réflex digitales que actualmente están en el mercado. Son los siguientes:

  • Enfoque automático simple, según el manual, o de un sólo disparo (S-AF): si se presiona el disparador hasta la mitad el aparato intenta enfocar nuestro motivo de interés y una vez que lo ha logrado el enfoque se bloquea, momento en el cual podemos realizar la fotografía.
  • Enfoque automático contínuo (C-AF): cuando pulsamos hasta la mitad el disparador la cámara intenta enfocar el objeto de nuestra fotografía y posteriormente utiliza el enfoque predictivo para mantenerlo a foco de forma constante aunque esté en movimiento o aunque nosotros desplacemos la máquina. Es decir, se enfoca continuamente.
  • Enfoque manual (MF): como su propio nombre indica nosotros somos los encargados de realizar todo el proceso manualmente, algo que teniendo en cuenta las características del visor de la E-500 puede resultar ligeramente arduo en ocasiones.

Además, tanto el enfoque automático simple como el continuo pueden combinarse con el enfoque manual para realizar ajustes finos en las fotografías. Esto da lugar al surgimiento de los modos compuestos S-AF+MF y C-AF+MF. Esta posibilidad es de agradecer ya que, como hemos visto, la cámara sólo tiene tres pequeñas áreas de enfoque y esto limita en gran medida la eficacia de sus automatismos.

En cuanto al balance de blancos, la Olympus presenta las opciones comunes a las que todos estamos acostumbrados y alguna que otra novedad. Tenemos:

  • Balance de blancos automático: la cámara, de por sí sóla, localiza los objetos que intuye blancos en la escena y ajusta el balance para ellos. Si en la imagen no hay nada de este color puede ser que el ajuste resulte incorrecto.
  • Balance de blancos predefinido: la máquina posee preprogramadas las temperaturas de color adecuadas para disparar bajo luces de tungsteno, luces fluorescentes blancas, de luz de día o de color blanco neutro. Además existen programas para disparar con luz natural bajo el sol de un día despejado o nublado y también para tomar fotos en zonas umbrías.
  • Balance de blancos personalizado: nosotros decidimos la temperatura de color a nuestro gusto directamente en la cámara definiendo un valor numérico en grados kelvin y sin referencias externas.
  • Balance de blancos "de un toque" (según el manual): esta desafortunada traducción engloba la posiblidad que ofrece la E-500 de definir un balance de blancos personalizado en base a fotografiar un objeto de este color que posteriormente la máquina tomará como referencia para ajustar la temperatura de color de todas las fotos realizadas en el mismo ambiente que el elemento patrón.

El aparato ofrece, en este aspecto, opciones muy interesantes como el ajuste fino del balance de blancos para matizar los tonos de nuestras imágenes una vez que, por ejemplo, la cámara ha decidido automáticamente aplicar una temperatura de color. Igualmente, es posible realizar un bracketing de balance de blancos para que luego podamos decidir la temperatura que mejor se ajusta a nuestras necesidades. Evidentemente, lo mejor es tirar en RAW y realizar todos los ajustes a posteriori, lo que nos ahorrará más de un quebradero de cabeza.

Dentro de los parámetros básicos también merece la pena comentar los diversos modos de flash que presenta la nueva cámara. La E-300 en este aspecto ya era una máquina sobresaliente y su sustituta no se queda atrás. Básicamente los modos de flash son:

  • Automático: la cámara detecta baja luz ambiental y ella misma libera el flash para que ilumine la escena. También es efectivo en los contraluces extremos, donde la máquina hace que actue de por sí sólo como flash de relleno.
  • Reducción de ojos rojos: antes de realizarse la fotografía se dispara una ráfaga de luz al sujeto de forma que cause la contracción de su pupila, lo que evita que se vea la red capilar de la retina al tomarse la imagen.
  • Sincronización lenta (con o sin reducción de ojos rojos): es el modo a emplear cuando queremos hacer un retrato nocturno. La luz del flash ilumina la persona y posteriormente el obturador sigue abierto para que el sensor capte la luz ambiental el tiempo necesario.
  • Sincronización a la segunda cortinilla: el flash dispara un poco antes del cierre del obturador congelando nuestro centro de atención allí donde se localice. Sin embargo, si éste estaba en movimiento la estela del mismo será visible, dando lugar a interesantes efectos creativos.
  • Flash de relleno: dispara siempre independientemente de las condiciones de iluminación. Es el modo utilizado, por ejemplo, para atenuar un contraluz.
  • Manual: nosotros decidiremos la cantidad de luz emitida por el flash, teniendo en cuenta la abertura con la que estemos trabajando y la distancia a la que se encuentra nuestro sujeto de interés.

En todo momento podemos compensar la intensidad del flash de forma muy sencilla desde -2 hasta +2 puntos de la misma manera que se hace con la exposición en una toma normal. Evidentemente, la Olympus también puede utilizar flashes externos. Los oficialmente soportados por la cámara (FL-20, FL-36, FL-50…) mantienen la mayor parte de automatismos, como la reducción de ojos rojos, la sincronización lenta… sin embargo, podemos emplear flashes de otras compañías a costa de matener solamente la función de sincronización simple, es decir, tendremos que especificar a mano todos los parámetros del destello.