Por juan ángel caballero

     Muchos apuestan que la pintura nació a partir de las sombras. Si arcaico podemos considerar el simple contorno de la proyección de una sombra humana, no lo es tanto el motivo que nos llevó a dibujarlo. Posiblemente nos atrajo la relación de similitud, pero también quisimos dejar constancia para el recuerdo, y así aseguraríamos de no olvidar ese momento retenido.

     Si bien en sus inicios las figuras de Giotto mostraban proporciones entre luz y sombra de dos tercios frente a una y Caravaggio centraba su atención en el claroscuro, no fue hasta bien  entrada la modernidad cuando las Sombras adquieren entidad propia. Podemos repasar las obras de Vermeer, Goya, Nadar, Valloton, Murnau, Matisse, Picasso, Man-Ray, Kertész, O.Welles, Ed. Hopper, Lichtenstein, De Chirico, Warhol, Friedlander, Klauke o Madoz, y darnos cuenta que sus sombras presentes en el encuadre van más allá de la representación figurativa y retoman el protagonismo al cargarse de significados múltiples, desde los simbólicos y sentimentales hasta los conceptuales.

     Y en ese intento de acercarnos un poco más a esa magia, fotógrafos afincados en Caborian nos enseñan algunas de las razones por las que se ven atraídos o inspirados por ellas.

  

Koyote 1. Hay ocasiones en las que la sombra es la principal protagonista de la fotografía, la que ocupara la mayor parte del fotograma. En estos casos es importante fijarse en la silueta que dibuja la forma del objeto fotografiado. El fuerte contraluz resalta la forma del «Castildeterra» en las Bardenas Reales (Navarra); el sol bajo, medio tapado con forma de estrella nos da el contrapunto de luz a la sombría escena.

 

 

 

Filiberto Capote Martin. Esta foto fue hecha al atardecer cuando el color de la luz era cálido y suave. Aprovechando esa  luz que incide sobre la montaña y deja el resto más a oscuras, se consigue un cierto grado de dramatismo en la toma, haciendo  que la montaña sea el verdadero centro de atención.  

 

 

 Martinete (Agua). Desde la distancia, las luces de la luna y de la ciudad se juntan, dialogan en el cielo y realizan un silencioso contrapunto de color. Luces, sombras, volúmenes, vacíos, soledades y rumores del mar se acuestan en la noche, perezosos, nostálgicos de la mañana… las estrellas velan. 

 

    

 Todos sabemos que son elementos esenciales para obtener relieve y profundidad en nuestras imágenes. La sombra propia y la sombra proyectada nos sitúan los objetos en el espacio, nos indican su orientación, cuándo están en tierra y cuándo en el aire, también cuándo se hayan próximos o alejados.

     La sombra, por tanto, posee un gran papel en la percepción de nuestro entorno, y lo constata el hecho de que «nuestro cerebro identifica las sombras como tales gracias a la interactuación de la retina, cuando se interesa por las discontinuidades de luminancia, con neuronas sensibles a conformaciones complejas y diferenciadas de gradación de luminancia». Esto, no quiere decir que las sombras, por sí solas, nos den información inmediata de la figura ya que no son más que manchas oscuras. Otros factores de orden superior como la luz, la atmósfera y la distancia, son las responsables máximas de lograr esas discontinuidades de luminancia. Sin embargo, existen numerosas teorías elaboradas que hallaron indicios suficientes para pensar que las sombras pueden aportar información al mundo real:

  1. Suponemos que la luz viene por encima del nivel de ojos y ocurre lo mismo con las sombras.
  2. Encontramos la sombra a partir de la relación directa entre la luz y el objeto.
  3. Nuestros ojos distinguen sin esfuerzo entre plano y convexo- cóncavo.
  4. Buscamos en primera instancia los contornos de los objetos y de sus sombras.
  5. Nos ayudamos del contraste tonal.
  6. Desciframos a partir del conocimiento de las sombras de los objetos de figuras conocidas.
  7. Reconocemos fácilmente la sombra por su misma rapidez de movimiento. 

 

Laiño. Los dos tipos de sombras que existen, la sombra propia y la proyectada, físicamente son de la misma naturaleza y se producen allí donde no llega la luz, pero perceptualmente son muy distintas. La sombra propia forma parte integral del objeto, se encuentra directamente sobre él y define su volumen, en esta foto es la que se produce en la media esfera truncada. La sombra proyectada es una imposición ó proyección de un objeto sobre otro,  su forma es la resultante de la interacción de los volúmenes de ambos objetos con la dirección de la luz, en esta foto, es la que produce un objeto plano horizontal externo a la imagen,  que arroja sombra sobre la pared del fondo y sobre el objeto esférico. En este caso, he querido que las sombras propias y proyectadas, que definen el volumen, la profundidad y la situación de los elementos, cobraran un mayor protagonismo y peso en la composición de la imagen.

 

 Quicopedro(Tecno). Siempre hemos oído que las horas centrales del día no son adecuadas para hacer buenas fotos, que si la luz es muy dura, que si las sombras son muy negras. Para mí siempre fue un reto intentar obtener imágenes con esta luz y nunca desaprovecho la mínima oportunidad, pienso que se pueden encontrar muchas posibilidades compositivas. Como prueba la imagen de unos tubos de saneamiento con un sol de justicia, la foto está hecha desde el interior de los mismos, espero que os guste. Cámara Hasselblad 500 CM, objetivo Zeiss 80mm, sin trípode, película, Tri-x, papelbaritado y virado alselenio, e imagen escaneada desde el papel.

  

 

  

     Recordemos que las Sombras se caracterizan por su nitidez, color, forma y tamaño, fruto de la relación existente entre:

  1. La calidad de la fuente de luz definida por su dispersión, dirección, intensidad, color y animación.
  2. La posición, tamaño, forma, textura y color del sólido.
  3. La posición, forma, textura y color de la superficie sobre la cual se proyecta la sombra.
  4. La distancia relativa entre la fuente de luz, el sólido y la superficie receptora de esta sombra.
  5. La consistencia del medio a través del cual la luz llega al sólido: la atmósfera.
  6. La posición, forma y textura de las superficies reflectoras adyacentes.

 

     Es perfectamente entendible por ejemplo que, una fuente de luz puntual, como una bombilla, produce una sombra de bordes definidos, y cuanto más se aproxima a un objeto opaco mayor sombra tendrá; en cambio, el sol con sus rayos paralelos produce una sombra definida de tamaño constante.

Kiko (Simetría). En esta foto se intentó capturar una escena que sin ser simétrica en construcción se consigue un equilibrio de pesos gracias a la sombra de la escalera proyectada en la pared y suelo. La misma foto con una sombra distinta no tendría el mismo equilibrio compositivo. Es obvio, que tampoco lo conseguiríamos con un día nublado. Las marcadas líneas verticales de la pared, debidas a la sombra de la hendidura, ayuda también al equilibro, y que hubieran pasado desapercibidas si la luz hubiera sido difusa en vez de dura. Una sombra con las mismas características sólo se repite 2 veces al año ya que para cada día la altura solar varía y por lo tanto la longitud de la sombra. Una de estas dos ocasiones se consigue en los 6 meses posteriores al solsticio de invierno (22-23 de diciembre) y la otra a partir del solsticio de verano (20-21 de junio). Se pueden calcular qué día y a qué hora se quiere conseguir una sombra con unas características determinadas. Sólo necesitas una carta solar de las coordenadas del lugar, la orientación de la escena que quieras capturar y saber cómo trabajar con esos datos. Los exif … 27mm, F9, ISO 100, 1/125 sg, Manual.

  

     Por el contrario, las fuentes de mayor tamaño, como las proporcionadas por luces artificiales con cajas difusoras o rebotadas en paneles, así como las naturales generadas por nubes o por reflexión de paredes, provocan una sombra difusa con un núcleo oscuro (umbra) y una zona más clara alrededor (penumbra). Así, cuanta más amplia sea la fuente y más próxima se encuentra al objeto, más ancha será la zona de penumbra.

     Hay quienes se aprovechan de una iluminación amplia y suave que diluya las sombras, aúne en un mismo espacio a todos los elementos sin discriminación, sea la misma forma y su ubicación la que abstraiga, y así alejarnos de nuestra percepción normal de la realidad como son los casos de nuestras ficciones e ilusiones visuales.

 

 

Cigalotrón (ausencia de sombra). Si conocemos suficientemente las propiedades de la luz podremos usar como recurso fotográfico la eliminación de las sombras que producen los  personajes u objetos con el fin de integrarlos en el espacio. Como si se trataran de elementos de dos dimensiones  centraremos así nuestra atención en componer una imagen donde el elemento principal y el fondo se convierten en un ente único.

 

    

     En concreto, la Sombra Propia permite revelar propiedades de las figuras que no podrían ser vistas de otro modo. Una sombra bien situada permite enseñar un nuevo aspecto del sujeto que de otra manera no podría ser visible, como ocurre al intentar embellecer a un rostro; el sombreado de parte de su cara puede disimular u ocultar los rasgos menos agraciados y derivar nuestra mirada hacia la parte más atractiva del actor.

Montesino. En el retrato las sombras son todo: modelan las formas tridimensionales, acortan o alargan las facciones, muestran detalles y ocultan otros.
El control de las sombras, la dureza del gradiente desde la luz a la oscuridad, la colocación de estas respecto a la facciones y el relleno que elegimos para suavizar la intensidad de estas viejas amigas del hombre son el ABC del retrato; y esto ocurre ya desde las primeras representaciones -casi- fieles a la realidad, que realizaron nuestros admirados maestros pintores.
En el caso de la fotografía que se presenta las sombras son usadas para un pequeño plus; un pequeño guiño conceptual. El dinamismo del retrato se basa en una ropa oscura muy contrastada respecto a un fondo blanco pasado a gris y una postura en arco creada por el brazo que sujeta el sombrero en una posición que recuerda la estética del cine policíaco.
El tratamiento de la luz se planteó con un punto de luz de tamaño medio que produce un paso de luz a sombra no muy duro y apto para una fotografía desenfada, pero sin  ningún relleno, para obtener sombras densas. Finalmente la luz principal se colocó de manera que el sombrero provoque una sombra a modo de antifaz, para ocultar la mirada y aportar misterio e interés a la imagen.

  

  

  

Nodroc_74. Apareció por el quicio de la puerta sólo un segundo. Me miró directamente y su vida de luces y sombras me atravesó como una lanza; en su cara todas las arrugas de la noche; en sus ojos todas las luces de la mañana. Dejó en el aire, antes de irse, la sonrisa de quien se sabe vencedor en la batalla final con el miedo.    

 

 

  

 

  

Lourdes Ramos. Esta foto fue tomada con la luz natural del atardecer. En el  post-proceso acentué las sombras para darle un toque sobrio, lúgubre y rústico a la vez que «esconder» los cuerpos desnudos y diera la sensación de intimidad.

  

 

     Por otro lado, la Sombra Proyectada no nos permite percibir de forma directa el volumen de los objetos porque, en sí misma, depende de la morfología de la superficie sobre la que reposa; quizás podríamos inferir la figura sobre una pared plana a través de los bordes de la silueta.  

 

Pepín GM. El motivo principal de esta fotografía es la sombra de los estambres proyectada sobre los pétalos de un “crocus”. Es decir, apreciamos y adivinamos lo que no se ve gracias a su sombra, que sí se ve. Descubrimos la morfología completa del objeto sin que se muestren todos sus elementos. Tan sólo queda oculto al espectador el color del objeto que proyecta la sombra. La foto en sí no tiene ningún secreto: tomada a ras de suelo; luz natural a pleno sol (serían las tres de la tarde, mes de octubre), y objetivo macro (100mm), con el diafragma muy abierto (f2.8).   

  

  

  

  

 

 Goldenblatt. Esta es una fotografía sencilla en la que las sombras son las autenticas protagonistas. Son estas sombras y todas ellas, tanto las sombras de las zonas oscuras de los propios objetos como las de éstos proyectadas más allá, las que unifican esta escena mediante juegos de triángulos y diagonales, convirtiendo esa arena y esa madera en una sola cosa, una sola textura, una sola sensación. Un paisaje en lo que lo importante no es la luz, sino donde la luz no llega. 

 

 

 

Jansbd (adolescentes). Quizás me llamó la atención la orientación de la esquina dividida por la luz y por la sombra e invité a situar a estos dos jóvenes en cada cara. El primero, a la izquierda del cuadro bañado con la luz del ocaso, proyectaba su sombra hacía el eje de simetría, para enfrentarlo con el joven de la derecha en penumbra resguardado de la luz directa,  y marcar dos zonas contrapuestas, que pudieran dar lugar a su diferenciación, y sin embargo, agrupándose bajo una misma mirada, … un mismo sueño.

 

 

     Otra particularidad reseñable de la sombra proyectada es que cuanto más acercamos el objeto a la superficie sobre la que reposa su sombra proyectada, más oscura será; en cambio, cuanto más alejado esté, dicha sombra captará la luminosidad y tonalidad del vestuario, decorado, piel, o aire circundante que le rodea.

     Frecuentemente su tonalidad es un factor a tener en cuenta ya que se rige por diferentes variables:

  1. El color de cada tipo de lámpara: Incandescente, Luminiscente o Fosforescente.
  2. La dispersión de los rayos de luz: manantial puntual(directo), extenso (difuso) o ambiental (indirecto).
  3. El tono de piel de la persona o del objeto.
  4. Las reflexiones de otros objetos circundantes cercanos originados por el decorado y el vestuario. También lo encontramos cuando salimos al exterior, el gran cielo azul invade de tono azul todo lo que no es iluminado por el sol, y ahí están las sombras.
  5. El contraste tonal entre una luz de vela (1900ºK) que nos enseña un objeto de color blanco y una crepuscular (4500ºK) que baña sus sombras, hace que modifiquemos perceptualmente la visión de color de las sombras. Nuestro ojo al aceptar la blancura del papel busca un tono negativo, que en este caso sería el contrario del amarillo- rojizo, o sea, el azulado- verdoso.
  6. El aire circundante como la niebla, el humo o la lluvia, tiñen con su color las sombras.

 

Acontragolpe. En un paseo por el campus universitario de Vigo me pasé por la terraza de la biblioteca central. Supongo, que cualquier persona con visión fotográfica nada más ver esa composición arquitectónica tan minimalista y con el vacio al fondo vería la foto. Como era alrededor de las tres de la tarde la luz no era nada buena así que decidí volver en otro momento, y valió la pena. A media luz (como en el tango que popularizó Gardel) me encontré las tres estructuras. Sólo quedó buscar un buen encuadre y disparar.

 

 

 

Chavi (Antelope Canyon). Para mí en la foto las sombras son fundamentales ya que unidas a las luces, le dan a la imagen mucho más profundidad y volumen, ayudando a mostrarnos distintos planos y en este caso además a sacar una gama cromática bastante interesante y extensa. 

 

  

  

       Uno de los mayores valores que posee la Sombra proyectada está en su misma distorsión, que nos permite jugar con ella para poder romper el espacio y aire del encuadre para hacerlo más profundo y dinámico. El efecto de perspectiva de la sombra se acrecienta con la situación y el ángulo de visión de la cámara. De esta forma, con luces ladeadas (45º-60º), objetivos angulares y composiciones asimétricas, la sombra entra en escena para situarse entre el personaje y el decorado de fondo, y termina por dominar la composición por ser un elemento indispensable en la representación de la tercera dimensión. Si además, curvamos el fondo la sombra se proyecta con un ángulo oblicuo, variando su forma y su longitud. 

  

Jaime Mu. Esta imagen forma parte de una serie de situaciones “imposibles” o rarezas. Se pretendía que las  imágenes supusieran para el espectador un esfuerzo en su comprensión y una invitación a pensar en cómo estaba realizada la toma. En este caso concreto se buscada una imagen simple, con pocos elementos y que la sombra del tenedor diera el juego buscado. Tras varias pruebas de iluminación y realizando una onda en el fondo se obtuvo una sombra que ganaba en protagonismo al propio tenedor, con una figura ondulada que proporciona una cierta sensación de movimiento y acoso sobre el tenedor totalmente estático y en posición de no equilibrio. 

  

  

  

  

Sandy Hook. Utilización de las sombras como elemento compositivo, marcando líneas de tensión frente al motivo fotografiado, proporcionando volumen, y aportando fuerza e intención a la hora de transmitir la sensación que nos produce ese motivo mostrado.

  

   

 

El Carles. Un sujeto en movimiento, suele implicar una separación de las extremidades del individuo respecto al cuerpo, cosa que en reposo no es habitual. En espacios donde hay una fuerte iluminación (sobre todo lateral) el recurso a componer con las sombras, es algo que no podemos descartar, ya que aprovecharnos de la ventaja anteriormente mencionada, daremos una lectura muy precisa de la acción que acontece en ese momento, aunque ni siquiera mostremos al deportista.  

  

 

Stone (zapatillas voladoras). Quizás resulte paradójico pero no hay duda al afirmar que cuando existe sombra es porque hay luz. Un objeto iluminado proyecta su sombra mostrando unas veces su propia forma y otras, una versión deformada de sí mismo. Todo depende de la superficie donde se proyecta la sombra, de la relación espacial existente entre el objeto y dicha superficie y de la intensidad y la dirección de la luz. Una sombra puede dar más información que el propio objeto quela proyecta, incluso puede definirlo sin ni siquiera aparecer en escena, constituyendo la esencia de una fotografía determinada. Otras veces, puede arruinar la imagen por completo, al ser demasiado presente o interactuar negativamente con el objeto iluminado.

 

  

 

      Estas características transformistas de las Sombras la hicieron muy seductora para quienes buscaron y encontraron múltiples significados metafóricos: Sombra como estadio más alejado de la verdad, Sombra como sinónimo de misterio, Sombra de carácter milagroso, Sombra como exaltación de la naturaleza, Sombra como moneda de cambio y sustitutivo del alma, Sombra para causar efecto demoniaco, Sombra como enemigo quimérico, Sombra como exteriorización de lo que realmente somos;  en fin, Sombra como copia, semejanza, personalidad negativa, secreto, fantasma, amenaza, frialdad o muerte.  

  

Cigalotrón (Sombra creada por un contraluz). Como sombra entendemos la oscuridad que crea un objeto al obstaculizar la luz. En este caso el personaje se posiciona entre la luz y nosotros proyectando su sombra hacia nuestra posición creando lo que conocemos como «contraluz». Mediante este recurso sombra y personaje forman una sola figura para crear una sensación de incógnita al convertirse este en su propia mancha de oscuridad.    

 

 

 

 

Mario Nikon. Como el yin y el yang, el blanco y el negro, el sol y la luna… ambas parejas existen independientes la una de la otra pero imposible de concebirse por separado. La sombra es la cara oculta, la esencia, el temor pero guarda todo lo que el objeto que la produce no quiere mostrar.
No se concibe la luz sin la sombra como no se concibe la sombra sin el objeto. La unidad de los elementos en combinación armoniosa duplican como si de un espejo se tratara la visión de la realidad.
 

 

 

 

 

Valiente (Lugar Santo). Aprovechando la leve luz artificial que entraba por una ventana de los urinarios del Martínez Valero, campo de futbol del Elche F.C., se realizó la foto midiendo a la luz, 400 Iso, 2.8, 1/40, al «anónimo» se le pidió su colaboración en esta foto… A los pocos minutos se encendieron las luces, pero la foto ya estaba hecha.

Luz «celestial» y «divina » en los  urinarios de un estadio de futbol… ¡qué bien se queda uno después!   

   

Jansbd (entry). En  esta instantánea esperé a la invitación que me ofreció la Señora en el quicio del ventanal para hablar de mi atracción hacia lo desconocido. Nunca antes había pisado tierras del Punjab y la lejanía cultural me seducía como jamás lo había sentido. El descaro y complacencia en sus miradas me permitían fotografiar sin reparo. Y cuanto más encuadraba más solícitos se mostraban. Aquí, la puerta de entrada, la señora en luz, el vendedor de chuches en  penumbra y los pasajeros en silueta me hablaban de un laberinto del que difícilmente podría escapar.

 

  

       También la representación de las Sombras esconden en su misma fisonomía uno de los secretos mejor guardado cuando se convierten en el único protagonista de la imagen. Las Sombras de objetos y sujetos viven solas e independientes dentro del encuadre. Y estas proyecciones, que son una prolongación del mundo real que está fuera del marco, se activan con nuestra imaginación y adquieren vida propia, se desligan y pierden su contexto, y así proponen un nuevo significado a la imagen.

  

  

Gus (sombra que acaricia la sombra). Creo que la imagen no hace falta mucho comentario…es como el asunto dice…una sombra de un árbol acariciando a la sombra de un balcón y de paso realzando las texturas del picado de la fachada; a la luz del atardecer cuando el sol se filtraba entre los árboles, lo que proyectaban sugerentes formas.

El pareao…: «Sombra que acaricia a sombra que das volumen y forma
fiel compañera inseparable… no te separas ni a sol ni a sombra» 
 

 

  

    

 

 

Mdaf. Esta foto fue realizada durante un atardecer en Madrid, la idea con la que acudimos al sitio en cuestión era para hacer fotos de acción, pero por causas ajenas a nosotros no pudo ser. Así que aprovechamos a estupenda luz lateral que apareció justo delante de este muro para hacer unos retratos y probar alguna foto diferente gracias a las sombras proyectadas en la pared. Más de uno me ha preguntado si es un montaje de Photoshop, pero nada más lejos de la realidad. El chico lanzó su patín al aire y hacia adelante, lo justo para que yo pudiese en cuadrar el patín volando junto con su sombra y la del chaval, consiguiendo un juego interesante entre sombras y objetos reales.  

 

 

Abarai. En fotografía, y en cualquier tipo de arte gráfico y plástico, hay pocas cosas que puedan ser interpretadas de tantas formas distintas como lo son la luz y la sombra. Es complicado que una misma imagen en la que uno o ambos de estos componentes tengan un papel primordial sea interpretada de igual manera por dos personas. Si hablamos de la forma, generalmente se define a sí misma; el color está socialmente relacionado con estados de ánimo y sensaciones concretos y en mayor o menor medida nos vemos condicionados por esa tendencia marcada cuando vemos un color determinado; en cambio la luz, y su “contrario” la sombra, están menos sujetos a una interpretación colectiva. Se puede decir que una imagen luminosa es generalmente positiva, alegre, o como queramos llamarlo, y una oscura implica tristeza, u otra emoción más negativa, pero es más complicado definir el grado exacto dentro del rango que con el color o la forma. La luz y la sombra caen en el dominio subjetivo de la persona que mira la imagen. Lo que una sombra nos transmita estará en cierto modo influenciado por nuestro estado de ánimo, por nuestra forma de ser y por cómo vemos el mundo que nos rodea. Cuando hago una fotografía de una sombra generalmente no incluyo en el encuadre el objeto que la proyecta. De este modo el sujeto se ve sustituido por su sombra, aparece en la fotografía sin estar delante de la cámara; vemos al sujeto a través de su ausencia. Y en cierto modo por ello las veo como un medio eficaz para transmitir ausencia, soledad y nostalgia, generalmente como parte de una metáfora visual.

  

Mirando (The Love Boat). Entiendo normal, en el proceso de formación de cualquier creador de imágenes (lo que limita el campo de oficio a los que tratan de sobrepasar la mera descripción de la realidad), el cortejo recurrente a esos entes inmateriales –pero con indiscutible entidad– que son las sombras. Y, en muy pocas ocasiones, con resultados interesantes. Sospecho que una sombra en fotografía sobrepasa la mera descripción cuando es parte fundamental de la imagen sin ser protagonista directo, cuando la lectura connotativa que de ella hagamos genere tanta información icónica como tendría la toma directa de un personaje claramente definido. Si dicha condición no se cumple la dificultad de reconocimiento demandará la necesidad de que la sombra cumpla con un alto nivel de reconocimiento lo que provocará la caída en picado del interés de la imagen quedando, en el mejor de los casos, la atracción formal sin más aderezos. Por eso sigo pensando que el mejor uso que, hasta ahora, he dado a las sombras es el pacífico barco encontrado de manera absolutamente casual –»momento decisivo» sin personas, que también los hay–en un escenario que, gracias al ajetreo en nuestras calles provocado por el boom inmobiliario recién pasado, resulta irrepetible. 

Jjpoeta

  • Yo, sombra,
  • Me pregunto muchas veces por tu forma
  • Por qué tú mala fama
  • Si nada escondes
  • Salvo el escondite que conformas.
  •  
  • Si te transformas,
  • Donde los espejos a reflejo
  • Acaso seas solo eso
  • Recuerdo de un material espeso,
  • Opaco, muro, frontera, cuerpo.
  •  
  • Existes y no existes
  • conformas trazo cierto y necesario
  • Te vemos y no estás
  • Eres el límite
  • Que nos deja ver lo claro.
  •  
  • Sombra persiste
  • Deja la huella de tu Presente humilde
  • En transición perfecta de los grises:
  •  fin del vacío que no existe,
  • ¡Sombra! Sombra de ojos cerrados.

  

      Muchos de nosotros seguimos jugando semánticamente con las Sombras y los Reflejos, debido a nuestra cultura occidental que se ha empeñado en identificar al espejo con lo idéntico o bello, y por contra, la sombra con lo alterable o negativo, aunque también, existen muchos pasajes donde ambos se independizan y toman otra apariencia donde nuestros sueños y deseos más intangibles cobren vida. Sea de cualquiera de las maneras, una buena situación y aspecto físico pueden hacer del Reflejo una perfecta Sombra, y viceversa, que nos ayuda a jugar con esa ambigüedad.

  

  

  

 

 

 

Charly. La proyección de sombras coincide con los reflejos gracias a mi situación en el eje contrario del sol (contraluz) y el agua en calma.   

    

 Lur. Cuando fotografiamos una sombra o un reflejo, tenemos dos opciones: Añadimos en el encuadre el sujeto u objeto que provoca el reflejo o la sombra o bien lo descartamos del encuadre. Esta decisión dependerá de lo que queramos transmitir y del punto de realidad/irrealidad que queramos dotar a la imagen. En esta foto en cuestión, la primera decisión por la que se optó fue la de girar la foto 180º dejando así «de pie» los reflejos. De esta forma, se transmitía toda la carga de la foto a los reflejos, pasando a ser los principales protagonistas.
La duda radicaba en qué hacer con las personas reales, con aquellas que provocaban esos reflejos: Cortar a ras de reflejo, dejar un pequeño referente de las personas,…
En este caso, el hecho detener la foto girada ya producía un aspecto irreal o casi de ilustración, por lo que entendía que eliminar a las personas podía producir un efecto de irrealidad total, dejando de existir la fotografía para pasar a algún otro tipo de expresión artística. Por otra parte, necesitaba anclar estos reflejos al mundo real, no eran fantasmas, aun siendo anónimos, necesitaba un referente de una persona para convertir la imagen en real, un nexo de unión persona-reflejo, causa-efecto, irreal-real,…
Otra discusión podría ser, si es que elegimos incluir a los sujetos, cuánta «parte» de ellos se quiere incluir, jugando de esa forma en «porcentajes» de protagonismo. De ahí que, la inclusión o no de los sujetos, no puede estar relacionada con el azar sino con una idea clara del mensaje o sensación que se quiere transmitir.
 

 

Lisimaco.  El crepúsculo es un breve y tenue periodo lumínico de bajo contraste pero de gran riqueza cromática que transforma las sombras en  suaves formas muy agradables a la vista, prefiero el color al blanco y negro para recoger esa belleza cromática inusual a otras horas y no utilizo flash  porque me gusta la naturalidad, calidez y percepción dimensional de las sombras naturales que adquieren un protagonismo muy acusado para entender la perspectiva visual real de la escena. Tengo predilección por las sombras reflejadas, me causan un sentimiento confuso de si realmente es sombra o reflejo o bien si interactúan como ambos, mis fotografías de las salinas son un claro ejemplo. Prefiero las sombras cálidas por su calidez y ligereza visual también por estar más acorde con la dominante general de la escena,  las tridimensionales por su volumen perceptivo del espacio y las sombras de formas circulares por su percepción dinámica.

 

 

      Si bien la autosombra pudiera parecer en primera instancia un error fotográfico, la historia de la fotografía está llena de ejemplos que nos han hecho plantarnos en el lugar de la persona que proyecta la sombra. Otros van más allá, e incluyen la sombra de la cámara en la proyección para reafirmarse en su mirada y dejar patente que es parte de sí mismos.  

 

Nosha. La foto pertenece a un reportaje sobre el espigón de A Guarda, en el que se realizó una intervención artística, que entre otras cosas constaba de diversas siluetas de habitantes del pueblo pintadas sobre el muro del dique, como un memoria o sobra de las personas que por allí pasean habitualmente. Uno de los puntos del encargo era documentar la relación que se establece entre el pueblo y el dique. Según este aspecto uno de los usos de la construcción es servir de mirador, que es lo que pretende contar esta foto.

Para construir la imagen primero elegí la hora en la que el pueblo recibe mejor luz: al atardecer. Con el sol bajo y a mi espalda el problema suele ser que mi sombra se mete en la composición, pero en este caso en vez de desplazarme o camuflar mi sombra con otras sombras de la escena opté por formar parte «importante» de la foto, como un guiño a las siluetas mencionadas pintadas sobre el dique. Sin embargo, pese a gustarme la idea, el resultado era que la atención se centraba demasiado en mi sombra restando protagonismo al tema real del dique como lugar desde el que ver el pueblo. Por ello, para cerrar la foto espere a que apareciese alguien por allí y les pedí que por favor se pusiesen en ese punto y diesen la espalda a la cámara. Con ello creo que logré reflejar ese uso, y establecer tres planos en la foto, que son el plano del fondo con el pueblo, el plano de las personas que miran el paisaje y un tercero que no suele hacerse patente, que es el plano en el que está situada la cámara. 

 

 

 

 

 

Koyote 2. En esta ocasión, la sombra nos sirve para componer, dar cierta escala a la escena y mostrar algo que no aparece en la escena (el fotógrafo en este caso). En una fotografía plena de luz y colorido, nos aprovechamos de la presencia de la sombra para completar la composición y tratar de hacerla diferente de otras fotos de este fotografiadísimo lugar.  

 

 

Bibliografía

  • -Arnheim, Rudolph: Arte y percepción visual. Madrid: Alianza editorial, S.A., 1999.
  • -Baxandall, Michael: Las sombras y el Siglo de las Luces. Madrid: La balsa de la Medusa-88 / Visor. Dis., S.A., 1997.
  • -Da Vinci, Leonardo: Tratado de Pintura. Madrid: Ed. Akal S.A., 1986.
  • -Stoichita, Victor I.: Breve Historia de la Sombra. Madrid: Ediciones Siruela, S. A., 1997. 

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