Cuatro caborians han estado en la XVII Edición del Festival Internacional
de fotoperiodismo en Perpignan y como no podía ser de otra forma
han realizado un excelente reportaje para contárnoslo.


Textos y fotografías:


  • Fran F. (flamenquito)

  • Isabel F. (tejeqteje)
  • José P. (Jotap)
  • Teresa S. (magenta_)

Desde el 27 de Agosto hasta el 11 de Septiembre se celebra el Festival Internacional de Fotoperiodismo de Perpignan. Jean-François Leroy*, su creador y director, acostumbra a decir que si es “capaz de cambiar la visión del mundo de uno sólo de los espectadores del festival eso ya justifica mi trabajo”. Políticamente incorrecto y militante de un fotoperiodismo que lucha por sobrevivir en un mundo donde la información está cada día más controlada y banalizada, “el fotoperiodismo va muy bien, la que está enferma es la prensa, que es la que debe de cambiar”, afirma con contundencia su director, este festival cumple su 17ª edición y se ha convertido en un referente a nivel mundial de la fotografía de prensa. Para el fotoperiodista o el que admira su arriesgado oficio, Perpignan es una cita ineludible.

Todo en Parpignan es grande. Desde las cerca de 30 exposiciones oficiales, los encuentros profesionales, debates o las famosas soirées ( proyecciones nocturnas) hasta el número de acreditaciones profesionales que ronda las 3000 entre fotógrafos (1200), personal de agencias de prensa o medios de comunicación. La selección de trabajos es muy exclusiva hasta el punto que se presentan cerca de 4000 trabajos fotográficos y muy pocos, junto con las fotos del World Press Photo, son los elegidos para ser expuestos o proyectados. “Muchos de los trabajos recibidos son una mierda. Hay tíos que se compran una cámara y dicen que son fotógrafos. Se van a Cuba y hacen fotos sobre el cultivo de tabaco. Eso me enfurece. No conocen nada del fotoperiodismo. Hacen tres fotos y dicen, yo he hecho un reportaje, yo soy fotógrafo. Tú no eres fotógrafo, querido, no tienes un reportaje … No tienen cultura fotográfica. No conocen a Mari Ellen Mark, a David Douglas Duncan, a Don McCullin ni … ¡Eso es gravísimo! En pintura si eres estudiante de arte conoces quién es Klee, Monet, Manet, Kandinski, Renoir, Rembrandt o Tiziano, en literatura … , tienes una cultura de base. En fotografía llegas con tu coche supermoderno que te ha pagado supercaro tu papá y dices, yo soy fotógrafo … ah, no, no, no … al menos, un mínimo de base …”

En Perpignan la fotografía está en la calle

Así que allí nos hemos ido 4 caborians ( tejeqteje, jotap, magenta y flamenquito) con la intención de vivir su ambiente fotográfico y ver en 2 días la mayor parte de exposiciones posibles, algo bastante complicado, ya que la cantidad y calidad de las imágenes que se exponen allí hace muy difícil que se pueden visitar todas con el mismo entusiasmo. Además muchos de los reportajes no son fáciles de digerir porque muestran una realidad muy dura, en toda su crudeza, o bien de una forma sutil, que provoca en el espectador cuando menos una reflexión sobre el mundo en el que vivimos.

El centro de la ciudad de Perpignan es relativamente pequeño y se puede acceder andando a todos los sitios de exposición que están relativamente cerca unos de otros. En todos ellos se puede conseguir un pequeño folleto que informa de todas las exposiciones y actos previstos, y que trae un mapa detallado para no perderse en las laberínticas calles del centro de Perpignan. Es el Couvent des Minimes el lugar más importante, ya que allí se concentran cerca de 15 exposiciones, así como la librería y el bar. Para los profesionales existe la posibilidad de acreditarse, pagando 50 Euros, y acceder al Palacio de Congresos en el que hay diferentes stands de agencias de prensa y medios de comunicación, así como de los patrocinadores como Canon, Apple o Fuji.

Las exposiciones se realizan en diferentes lugares de la ciudad como la Eglise des Dominicains

La temática, como siempre es variada, aunque también, como siempre, dominan los conflictos bélicos y las tragedias. Este año hay varios reportajes sobre la postguerra en Irak o Bosnia, la situación palestina, retratos de las víctimas de Hiroshima, la matanza de niños en Belan o una visión del conflicto checheno a lo largo de 10 años. También hay exposiciones de problemáticas sociales como el SIDA en Äfrica o la situación de las mujeres en Afganistán e Irak. Y algunos más “relajantes”, entre tanta tragedia, como el comercio de diamantes desde su producción en el Congo hasta su venta en una tienda de lujo en París o la vida de los mayas. La exposición retrospectiva de este año está dedicada a Eddie Adams, fallecido el año pasado y famoso por su imagen de la ejecución de un vietcong por un general survietnamita.

La mayor parte de los reportajes presentados son fruto de muchos meses o años de trabajo, con una edición muy elaborada y suelen rondar entre las 40 y las 60 imágenes. Muchos de estos reportajes pertenecen a fotógrafos de agencias o revistas importantes, algunos son de fotógrafos independientes y también hay exposiciones de varios premios, entre ellos el World Press Photo.

El cambio tecnológico también se va notando en Perpignan y éste es el primer año en el que en las soirées se usa exclusivamente la tecnología digital para hacer las proyecciones de fotos en el Campo Santo, un lugar en el que tienen cabida cerca de 3000 personas.

Exposiciones en el Couvent de Sainte Claire (antigua prisión) y en el Couvent des Minimes

* entrevista con su director Jean François Leroy, diferentes fotógrafos y seguimiento del Festival en esta interesante página

< IMPRESIONES DE MAGENTA_: "Recuerdo la primera vez que me acerqué a Perpinyà para el Visa. Me habían comentado que era un certamen de fotoperiodismo y me atraía el tema. Poco podía imaginar sufrir ese meneo emocional que me provoca tamaño trastorno, una gran reflexión sobre el mundo, esa pobre esfera de tierra en la que vivimos. Trastorno y adicción. Llevo cuatro años seguidos siendo su espectadora.

Es imposible salir ileso del Visa. La fotografía hecha terrorismo: llamarle "denuncia" me parece demasiado ligero. Me afecta por diversas causas: el compromiso del fotógrafo y la imposición de su estilo en cada reportaje, los temas tratados y la calidad. Fotógrafos y fotografías con historia. Implicación hasta el tuétano, con todo el riesgo y… superiores en su categoría"