A través de su Camera Lens Blog, el reputado fabricante Carl Zeiss ha anunciado el desarrollo de nuevas lentes para cámaras sin espejo con tamaño de sensor APS-C y monturas E (Sony NEX) y X (Fujifilm X-Pro). Las lentes continúan la saga iniciada con el 24mm f:1.8 que se presentó junto con la Sony NEX-7 y la extienden a la montura X. Zeiss no descarta hacer lentes para micro cuatro tercios en un futuro, pero en según declaran prefieren centrarse en sensores mayores que en principio garantizan mejor calidad de imagen.

A lo largo del año 2013 se presentarán tres modelos: 12mm f.2.8, 32mm f:1.8 y 50mm f:2.8 macro (equivalentes respectivamente a 18, 48 y 75mm). Además se prepara una versión del 24 f:1.8 para la montura X. Todas ellas dispondrán de autofoco, comunicación electrónica plena con el cuerpo y en el caso de los modelos para Fuji, anillo de aperturas. No dispondrán sin embargo de estabilización: según el propio fabricante no la consideran tan importante en estas focales y se han centrado en la calidad óptica. El precio de todas ellas rondará los 1000 euros.

La principal crítica que se ha hecho siempre al sistema E de Sony es la disponibilidad limitada de lentes. Con estas tres y la recientemente presentada en Photokina, la disponibilidad de lentes fijas será la siguiente:

12/2.8, 16/2.8, 24/1.8, 30/3.5 macro, 32/1.8, 35/1.8, 50/1.8 y 50/2.8 macro.

Con una lente algo más larga y luminosa para retratos no parece ahora un mal conjunto, eso si, a un precio no muy módico.

En cuanto al sistema X-Pro de Fuji, la suma de las lentes fijas disponibles actualmente, las futuras lentes anunciadas por Fuji y las de Zeiss hacen el conjunto

12/2.8, 14/2.8, 18/2, 23/1.4, 24/1.8, 27/2.8, 32/1.8, 35/1.4, 50/2.8 macro, 56/1.4 y 60/2.4 macro.

No son baratas tampoco, pero sin duda forman una gama más que completa donde elegir.

Junto con los dos nuevos modelos de cámaras Sony NEX-6 y Fuji X-E1, parece que los fabricantes se han lanzado a la caza de un grupo de usuarios que demanda un producto de tamaño más reducido que las réflex pero sin renunciar a la calidad de imagen y el control total sobre el resultado. Y naturalmente, sin pagar el precio de una Leica y sin renunciar al autofoco. Los sistemas compactos sin espejo parece que han alcanzado ya la mayoría de edad que algunos esperábamos.

Por Félix Sánchez-Tembleque (wiggin)