Para comenzar la serie de pruebas de cámaras y objetivos que regularmente aparecerá en Caborian tenemos algo un poco especial, el objetivo EF 85mm f1.2 L de Canon.

© 2004 Roberto Tolín Sommer


Es un objetivo casi imposible de ver en las tiendas y pocos fotógrafos disfrutan de él. Aprovechando una oferta de Canon me decidí a adquirir esta joya. La primera impresión es de asombro ante su tamaño. Para ser un 85mm es muy grande, un bloque compacto de cristal, tan ancho como largo. Su peso de mas de un kilo contribuye a aumentar esa impresión.

Una vez colocado en la cámara resulta algo amenazador debido a su anchura, aunque en una cámara de la serie EOS-1 queda muy bien y bastante equilibrado. Con series inferiores como la 20D o similares la desproporción es evidente y el objetivo hace que todo el peso pivote hacia delante ya que pesa bastante mas que la cámara. La calidad de acabado es muy buena y no hay nada que objetar.

Como curiosidad conviene comentar que hay que ser cuidadoso al colocar el objetivo en la cámara debido a que la lente trasera es tan ancha que prácticamente toca la bayoneta, con lo cual resulta fácil rayarla si se es poco hábil o se hace aprisa y sin mirar.

El enfoque es por motor USM (ultrasónico), pero su tacto es un poco especial y hay que acostumbrarse a el. No lleva enfoque mecánico propiamente dicho, supongo que por falta de sitio, y este lo realiza solamente el motor USM, por lo tanto no puede enfocarse a mano con la cámara apagada. El tacto es muy suave y ligero, lo que choca un poco con el peso del objetivo y crea esa sensación rara al principio. No obstante es muy preciso, al igual que el autofoco en la 1Ds que uso, que realiza enfoques absolutamente perfectos con el, cosa obligada ya que su profundidad de campo casi inexistente no permite errores a diafragmas abiertos.

La velocidad de enfoque es de las mas lentas entre los objetivos de Canon, lógico ya que el micromotor necesita mover casi toda la masa de lentes. De todos modos en la práctica esto no resulta demasiado problemático y salvo deportes de máxima velocidad, en el resto es perfectamente usable.

Pasando a la parte de la calidad de imagen, aquí es donde este objetivo tan exótico brilla como ninguno. Usado a su máxima apertura, f1.2, los desenfoques que produce (Bokeh) son únicos, solo comparables al ya descatalogado 200mm f1.8L. A f1.2 la profundidad de campo es ridícula, de milímetros en un retrato del busto de una persona, con lo cual el fondo se difumina en una forma imposible de lograr por medios digitales (Photoshop). De hecho no hace falta usar fondos con este objetivo, solo buscar un poco que los colores no estropeen el retrato, ya que todo detalle desaparece. Esto también hace que sea realmente difícil mantener en foco los ojos de una persona mientras esta se mueve. Otra sorpresa es que gracias a la utilización de una gran lente asférica la pérdida de luz en los bordes a plena apertura sea sensacionalmente baja, casi inapreciable a simple vista, así como la resolución, muy alta en el centro a plena apertura, y solo un poco inferior en los bordes, y eso en una cámara «full frame». La máxima resolución ya se obtiene a diafragma f5.6, donde es altísima.

Parecería que una vez leída esta prueba todo es perfecto, pero pasemos a ver la parte negativa, aunque sea poca. A plena apertura, en algunas zonas de alto contraste, en especial partes muy sobreexpuestas, se puede apreciar en ocasiones algo de «purple fringing», esos contornos magenta tan molestos, aunque es algo que se puede retocar con relativa facilidad. También aparece una leve aberración cromática muy desenfocada que se puede apreciar en algunas ocasiones, aunque raras. Todo esto desaparece si se diafragma un poco, a f2 ya no se ve la aberración cromática. Una cosa molesta, al menos en digital (en película no lo he probado) es que la máxima apertura engaña de alguna manera al fotómetro tendiendo a subexponer las fotos en al menos medio diafragma. Según se usan aperturas mas cerradas este fenómeno desaparece. Por ello conviene sobreexponer un poco si se usa abierto.

Resumiendo, es desde hace bastantes años el único objetivo de 85mm con tal luminosidad. Unicamente Zeiss hizo hace años una serie limitada con esa apertura para el 25 aniversario de las cámaras Contax, que aún hoy se vende en subastas de Ebay a precios altos. Por imágenes de prueba que se pueden obtener en internet pude comprobar que el diseño asférico de Canon es mejor.

Es un objetivo para usos especiales, quizás demasiado caro y luminoso para usarlo todos los días, pero una joya en fotografía creativa, retrato, bodas, etc…

Mi puntuación es:

Calidad óptica 10
Calidad mecánica 8 (pierde 2 puntos debido al tipo de enfoque)
Relación calidad-precio 8

Principales características técnicas:
Longitud focal: 85 mm.
Máxima apertura: 1:1.2
Construcción: 8 elementos en 7 grupos
Ángulo de visión: 28º 30′
Distancia de enfoque mínima: 0,95 m magnificación 0,11x
Tamaño filtro: 72 mm.
Diámetro x Longitud y peso: 91,5 x 84 mm, 1.025 g.


La imagen completa, hecha a f1.2 1/100 de segundo ISO 100 y flash rebotado al techo.


Un retrato con los mismos datos, tomado desde mas cerca para ver los desenfoques.


Detalle de los ojos al 100%


Detalle del centro de la imagen al 100%


Detalle del extremo inferior de la imagen al 100%


El 85mm f1.2L montado sobre una 1Ds.


Vista frontal, todo cristal.


Vista de la lente trasera, tan grande que incluso los contactos con la cámara vayan sobre ella.


Vista superior de la EOS 1Ds con el 85mm.


Construcción óptica del objetivo.