La Nikon D50 fue anunciada junto a su hermana mayor, la D70s, para competir de una forma directa con la Canon EOS350D. Para ello, el fabricante ajustó el precio de su nueva cámara hasta prácticamente el mismo nivel que la Canon, y le limitó sus funciones, al igual que ya hiciera Canon con la 10D y la 300D en su día. Sin embargo, comparte toda una serie de atractivas características con su hermana mayor, como la excelente pantalla LCD de 2 pulgadas y su buen nivel de acabado y calidad generales.

En esta ocasión, se dispuso para la prueba de una unidad equipada con el objetivo 18-55 f3.5-5.6 G, (la D70s montaba el 18-70mm F3.5/F4.5 G).


La sensación general, cuando se sostiene la cámara en la mano, vuelve a ser de robustez y gran calidad. El acabado está bien realizado, y aunque el cuerpo es totalmente plástico, la máquina se presenta como sólida y duradera. La ergonomía es alta, y se hace muy cómodo trabajar con ella. En la foto, aparece junto a su directa competidora, la Canon EOS 350D, sólo a fin de comparar los tamaños y el aspecto general de las mismas:

Como se observa, la Canon es más pequeña que la D50, aunque ésto no es necesariamente una ventaja, porque hay que reconocer que se puede hacer incómodo trabajar con ella si no se posee el grip en el caso de poseer manos grandes. La D50, a su vez, viene a pesar unos 60 g menos que su hermana mayor y es más pequeña, aunque realmente, la diferencia resulta imperceptible. En esta ocasión, está disponible tanto en color negro como plata.
Externamente, y debido a la reducción de funciones, se observa que falta el sub command dial, aunque se mantiene el main command dial (manera elegante de llamar a las ruedecillas selectoras que posee la máquina en su parte derecha). También carece del botón para la iluminación del panel de control. Esta última supresión resulta bastante ridícula y desacertada ya que obliga a llevar una linterna siempre que trabajemos en condiciones de poca iluminación, ya sea en exteriores o en estudio, o bien a leer toda la información a través de los menús de la cámara, utilizando la pantalla LCD que posee:

Vista superior de la Nikon D50, no existe ni el sub command dial ni la posibilidad de iluminar el panel de control


Vista superior de la D70s: son visibles el sub command dial (arriba) y el main command dial (abajo), además del botón para la iluminación del panel de control

La simplificación de la máquina también ha afectado a la vista trasera de la misma, donde no existe ni el indicador luminoso de acceso a la tarjeta de memoria, el botón de bracketing, ni el conmutador que bloquea la selección de enfoque en un área determinada. También ha cambiado el compartimento de acceso a memoria, ya que la D50 utiliza tarjetas SD.

Vista trasera de la D50

Vista trasera de la D70s, mostrando los elementos eliminados en la D50.

Como se comentaba anteriormente, la nueva cámara utiliza tarjetas SD, y por tanto, se ha tenido que adaptar el compartimento de memoria al nuevo formato. Ahora muestra éste aspecto:

El acabado de dicho compartimento es de menor calidad que en la D70 o la D70s. Las tarjetas SD, como se observa en la siguiente imagen, son mucho más pequeñas que las Compact Flash:

El nuevo cambio a tarjetas de memoria SD tampoco parece excesivamente razonable, ya que se aleja del estandar en la mayor parte reflex digitales (excepto las máquinas duales de gama alta), y puede obligar al comprador de la D50 a sustituir todas sus tarjetas cuando renueve su máquina, a no ser que en el futuro Nikon planee dar soporte a este formato con cámaras que admitan ambos tipos de memoria. Si bien el asunto aparentemente carece de sentido el problema que se puede originar tampoco es importante, ya que las memorias se abaratan día a día, de modo que en un futuro su sustitución completa no debería ser dramática para la persona que adquiera una nueva cámara. Por otra parte, es justo decir que la máquina se sigue mostrando tan rápida con el nuevo formato de memoria como lo es la D70s con las tarjetas tradicionales. Las fotos realizadas se pueden visualizar, y borrar si se precisa, a gran velocidad y sin ningún tipo de retardo. Nuevamente, los atajos con la cruceta que posee la máquina permiten analizar todos los parámetros de la toma de forma inmediata.

El flash incorporado a la Nikon D50 es equivalente al de su hermana mayor, la D70s, y ofrece cobertura en objetivos con una distancia focal mínima de hasta 18mm, frente a los 20mm de la antigua D70 original.

Las opciones de disparo con flash de la máquina se han mantenido intactas respecto al modelo superior, y así tenemos posibilidades como sincronizar a la primera o segunda cortinilla, con o sin reducción de ojos rojos…

La batería que utiliza la D50 es la misma que monta la D70 original, y viene a tener un tamaño similar al de las baterías de las reflex digitales de Canon, excepto la de la 350D, que es bastante minúscula.

Por otra parte, la D50 carece de la posibilidad de disparo remoto vía cable tradicional, algo que sí incorpora la D70s como novedad y que se echa bastante de menos, sobre todo porque la opción para sustituirlo pasa por comprar el mando de control remoto de la máquina, que resulta bastante caro.

El resto de diferencias principales entre ambas cámaras (D70s y D50) son las siguientes:

Idiomas: la D50 incopora como novedad los menús en Ruso y Portugués, respecto a la D70s, que no los tiene.

La D50 no posee un botón para la previsualización de la profundidad de campo. Ésta es otra de las ausencias inexplicables de la máquina, ya que es una función con una utilidad más que notable y que ya aparecía en las primeras réflex digitales.

Se han eliminado los modos preprogramados «Auto» y «Night Landscape», a cambio surge el modo «Child» (niño). En este modo, la cámara selecciona automáticamente el área de enfoque en la que se encuentre el objeto más cercano a la misma y además, ajusta automáticamente los tonos de la piel de las criaturas y resalta su ropa (siempre según el fabricante).

Velocidad de obturación: la D70s dispara a velocidades de hasta 1/8000, mientras que la D50 sólo llega hasta 1/4000.

La velocidad del disparo en ráfaga ha caído desde 3 fps hasta 2,5 fps. Éste es un aspecto un poco cojo en la máquina, ya que si bien graba las fotos con celeridad, es muy fácil que nos podamos quedar atascados disparando en RAW.

La D50 posee un nuevo tipo de Medición Matricial 3D, que ya no ésta realizada por un sensor RGB de 1005 píxels. En este caso, el sensor sólo dispone de 420 píxeles, aunque al parecer también se han modificado los algoritmos de medición y según Nikon el comportamiento es muy similar al de su hermana mayor. En cuanto a la medición puntual, ésta ya no se realiza sobre un círculo de 2,3 mm sobre el área de enfoque seleccionada, si no que se lleva a cabo sobre uno de 3,5 mm, lo que representa el 2,5% del frame, respecto al 1% de la D70s.

En la D50 existe un nuevo modo de enfoque automático, que es el llamado AF-A; en éste caso, la máquina decide automáticamente si enfoca utilizando el modo AF-S (single-servo autofocus) o AF-C (continuous-servo autofocus). Además, posee los AF-S, AF-C y modo M (manual) seleccionables de forma independiente. La incorporación de este nuevo modo habla claramente sobre la orientación casera de la cámara, y es una opción destinada a que el usuario final controle el menor número de parámetros posible.

Sobre el visor de la D50 no se puede activar la visualización de las líneas de referencia para encuadre y centrado de horizontes. Es una opción que echará de menos el usuario que fotografíe asuidamente paisajes.

El ISO de la D50 va desde 200 hasta 1600, al igual que en su hermana mayor. Sin embargo, antes podíamos seleccionarlo progresivamente de tercio de paso en tercio de paso, y ahora ya no es posible. De tal modo que contamos con ISO 200, 400, 800 y 1600 exclusivamente.

En el resto de aspectos, tanto D70s como D50 son prácticamente iguales y se puede consultar la prueba que se hizo a su hermana mayor para profundizar en ellos (D70s en Caborian). La calidad de imagen en ambas es igualmente buena, con sus muchas virtudes y algún pequeño defecto, y las fotos que se obtienen con ambas cámaras tienen la misma nitidez y viveza de color. Además, el nivel de ruido continúa siendo muy bajo.

Hay que señalar, sin embargo, que en esta ocasión el objetivo del kit no es tan bueno como el 18-70 que acompañaba a la D70s, y flojea en bastantes puntos: la pérdida de nitidez en las esquinas es muy notable, al igual que la aberración cromática. El autofocus, sin embargo, sigue siendo muy rápido y eficaz. Es evidente que se trata de una lente orientada a un mercado puramente familiar, cuyo nivel de exigencia no sea elevado.

Acorde con esto, el manual de la D50 también es mucho menos extenso que el de su hermana menor, y ofrece menos características técnicas sobre la máquina y sus diferentes modos. Está pensado y desarrollado para empezar a realizar fotografías con inmediatez.

La D50 es una buena cámara: su calidad de construcción es alta y el acabado general de la misma resulta más que notable. Toma fotografías de gran calidad, y gracias a su medición matricial prácticamente cualquiera puede asegurar una exposición perfecta en la mayor parte de situaciones. Su ráfaga no es increíblemente rápida, pero tampoco debería resultar un incordio para un usuario normal. Además, las fotografías realizadas se pueden revisar muy velozmente. Su pantalla de 2 pulgadas continúa resultando excelente y su ergonomía y tacto general resultan muy buenos. Posee, sin embargo, una serie de carencias y particularidades cuanto menos extrañas: la ausencia de botón para la previsualización de la profundidad de campo y para la iluminación del panel de control de la cámara resultan bastante inexplicables. El cambio de formato en las tarjetas de memorias tampoco parece tener un sentido muy evidente, al igual que la eliminación de la posibilidad de uso del cable disparador… no hablamos de modos avanzados que no vaya a echar de menos el usuario de andar por casa, si no de elementos básicos en cualquier reflex digital. Aún así, la notable reducción de precio frente a la D70s la convierte en una opción interesante. No obstante, personalmente me decantaría por su hermana mayor, que resulta una cámara muy completa capaz de satisfacer exigencias elevadas.