En cuanto al sistema de menús de la Canon, en él no existen las florituras: es sumamente simple y esquemático, pero también muy eficaz. La máquina responde de forma inmediata a nuestras peticiones y no existe el retardo que veíamos utilizando la D80. También es cierto que el manejo de la 400D depende, en exclusiva, del LCD posterior y los menús que se muestran en él, con lo que no pueden admitirse las ralentizaciones. A pesar de esto, también existen numerosos botones de «acceso directo» a determinadas funciones, como la selección del valor ISO, el sistema de enfoque, el balance de blancos…

Si a la izquierda de la pantalla se localizaban los controles básicos para la visualización y control de las fotografías disparadas, además de la entrada al sistema de menús, en la zona derecha se halla el centro de operaciones para configurar los parámetros de la cámara. Arriba del todo, a mano derecha, está el botón de bloqueo de enfoque y exposición (este pulsador también permite hacer zoom out sobre nuestras instantáneas y mostrar las miniaturas de las mismas), acompañado por el de selección de punto de enfoque, que también hace las veces de lupa. Próximo a la pantalla, y en la zona superior, se encuentra el pulsador AV, que sirve para compensar la exposición y, en modo manual, para definir la apertura del diafragma. Justo debajo está el que permite seleccionar la cadencia de disparo (ráfaga, un sólo disparo o disparo temporizado) y, abajo del todo, podemos observar la cruceta para la navegación a través del sistema de menús.

En cuanto a la cruceta, decir que es bastante diferente a la que presenta la D80, de hecho, está compuesta por 5 botones independientes, estando encargado cada uno de ellos de una función particular además de la navegación. Así, mediante la pulsación de los mismos, de forma directa y en combinación con el dial de la máquina, podremos cambiar el valor ISO, seleccionar el tipo de medición de la cámara, el tipo de autofocus y también el balance de blancos. El botón SET, se utiliza para la confirmación de estos valores y cualquier otro que seleccionemos en los menús de la 400D.

Aparentemente las dos máquinas tienen distinta filosofía: la D80 puede manejarse casi con independencia del LCD TFT de 2,5″ mientras que la 400D depende exclusivamente de él. Sin embargo, esto que parece tan distinto deja de serlo cuando nos ponemos a trabajar con cualquiera de las dos cámaras, ya que, a efectos prácticos, se puede operar con la 400D tan rápido como con la D80, puesto que los atajos y botones de acceso directo a las principales opciones de configuración están presentes en ambas máquinas casi por igual. Al final, lo único que varía es que estemos observando un tipo de LCD u otro cuando trabajamos (y la postura de nuestras manos durante el trabajo). Podríamos decir que el manejo básico termina resultando incluso similar, ya que en los dos casos es sencillo y muy intuitivo, sin embargo, preferimos contar con un LCD superior.