Introducción: modelos orientados al usuario avanzado.

Hace un año y medio escribí un artículo acerca del estado de las cámaras de sistemas compactos (CSC) y de la necesidad de modelos más orientados al ‘aficionado avanzado’ y no al ‘snapshooter’. No se trata en absoluto de menospreciar a quien quiere hacer ese uso, pero ya había modelos para eso. En el aquel momento además hice un dibujo sobre cómo me gustaría que fuesen los controles de una cámara semejante y por casualidad no lo tiré.

En ese tiempo la evolución del segmento ha sido muy importante y han aparecido modelos que cumplen en parte las expectativas de ese grupo de usuarios como las Fujifilm X-Pro y XE-1, la Olympus OM-D y con un tamaño más reducido la Sony NEX-7 y ahora la NEX-6, aunque Canon y Nikon no se bajen de momento de la burra. Esa cámara, la NEX-6 ha pasado a formar parte de mi colección y tengo puestas en ella muchas esperanzas. Después de unos días de uso estas son mis impresiones, que no un análisis muy técnico. Se trata además de impresiones ajustadas a mis necesidades y gustos, que no tienen por qué coincidir con los de nadie.

Como curiosidad de mi diseño al final de la NEX-6 hay relativamente pocas diferencias: la posición del segundo dial del control y que no hay un pequeño joystick (al estilo de la Lumix LX3 o las Canon DSLR) para poder seleccionar el punto de enfoque con el pulgar. Pero el resto es sorprendentemente ajustado, sobre todo en lo más importante: el dial de modos, los controles manuales a mano, el acceso al ISO y al modo de disparo directamente y además –por fin- una zapata de flash estándar.

Sony NEX-6: la ergonomía y el visor

Muchos usuarios se han quejado siempre de los menús de Sony y es algo en lo que no puedo estar más de acuerdo: tengo una NEX-3 y parecen los de un juego infantil de consola. Pero si los controles directos de la cámara me permiten prescindir de ellos en la operativa normal, pues ya me importa menos. Con los nuevos diales y botones dedicados o configurables de la NEX-6 no es necesario acceder a los menús casi nunca. La ergonomía para sujetar y manejar la cámara es realmente buena. Estaría bien para redondearla que el segundo dial (la rueda a la derecha de la pantalla) se pudiera configurar para compensar la exposición sin tener que pulsa antes un botón. Supongo que esto se podría cambiar en una actualización de firmware. En modo M sirve directamente para cambiar la velocidad.

El aspecto del cuerpo transmite calidad de acabado. De hecho la primera impresión viniendo de la NEX-3 es el peso, algo mayor. Aunque no tenga la calidad de materiales de la NEX-7, el policarbonato parece sólido y su acabado es muy aparente. La goma del grip y del apoyo trasero para el pulgar hacen que sea muy cómoda para manejar con una sola mano.

Cuando uno se baja de una réflex por razones de tamaño y peso tiene que admitir algún inconveniente a cambio. Acostumbrarse a un visor electrónico en lugar del réflex no es directo pero el visor de la NEX-6 es realmente bueno, tanto que en ocasiones me olvido de que estoy mirando una pantalla y no a través de un espejo. Desde luego es mucho mejor que mirar una pantalla por grande y buena que sea. Mi única experiencia anterior era una Fujifilm s6500 y no se puede comparar de ninguna de las maneras, no es que sea otra liga, es más bien otra competición. El refresco del visor es tan rápido que podemos movernos como queramos sin que se aprecie ningún problema en la imagen.

Está posicionado a la izquierda para poder usarlo con otro ojo abierto como las telemétricas, pero lamentablemente mi ojo dominante es el izquierdo así que seguiré tropezándome. El ajuste de dioptrías siempre se agradece, pero usar el visor con gafas no es tan cómodo debido al parasol de goma. También es un estorbo para meter la cámara en un bolsillo o una funda. Uno menos aparatoso resolvería ambos problemas, porque quitarlo es exponerse a rayar las gafas. La pantalla LCD tiene una resolución correcta y se ve bien, aunque el formato panorámico reduce el tamaño efectivo de imagen. La contrapartida de integrar el visor es que a esta pantalla no se le puede poner un protector tipo clip ni un parasol.

La cámara se puede disparar con un teléfono iOS o Android pero para ello es necesario abrirse una cuenta en la Sony App Store e instalar una app en la cámara vía usb o la wifi que integra. Esta función es práctica pero ponerla en marcha un pequeño engorro y lleva unos segundos. Además la conexión falla con mucha frecuencia y el disparo tiene un pequeño retardo que puede invalidarla para algunos usos. En cualquier caso lo que no me parece razonable en una cámara orientada a este segmento y con este precio (sucede lo mismo con la NEX-7) es que no tenga una conexión para un disparador externo (de cable estándar, programable, una barrera…). Espero que los señores de Sony sean conscientes de eso y el puerto que oculta la zapata de flash permita ese accesorio.

Y lo que me parece directamente lamentable y un error grave por el precio pagado (950€ por el kit) es que la cámara no incluye un cargador de baterías: debe usarse el cuerpo conectado al mini-USB. Afortunadamente la batería es la misma de toda la gama NEX y la NEX-3 sí lo traía incluido por poco más de 200€.

Como resumen de unos días de uso mi experiencia de uso es esa: los controles son muy cómodos, el paso desde una réflex es casi inmediato y el visor es muy bueno. Como cámara para llevar siempre encima es sin duda la mejor que he probado, y entre propias o ajenas no han sido pocas.

Sony NEX-6: calidad de imagen, ruido a ISOs altos y autofoco.

Hacer a estas alturas pruebas de ruido y rango dinámico con un sensor Sony de 16 megapíxeles y tamaño APS-C está un poco de más. DxOMark ya lo ha analizado en las Nikon D7000, Pentax K-5, Sony NEX-5N y otros modelos, y sigue siendo el mejor en ese tamaño de sensor. Mi impresión como simple usuario de base es la que ofrecen esas pruebas: un rango dinámico muy amplio a ISO base y unas fotografías más que dignas hasta ISO1600, y usables a ISO3200. Esa es precisamente mi principal necesidad cuando viajo: poder tomar fotografías con cualquier luz, mucha o poca. En cualquier caso estas son unas pruebas rápidas de ruido recortando al 100% (haciendo click en la imagen) y a todos los ISO disponibles que incluye ¡¡¡25600!!! Las pruebas corresponden a JPG tal cual sale de la cámara con los parámetros por defecto y están hechas compensando la exposición +1,3 de la lectura del fotómetro.

Como curiosidad dejo la imagen completa de los salt’n’pepper a ISO25600 y tamaño web. Es algo más que usable, y supongo que para un periódico también. La combinación con un objetivo luminoso como el 24 f:1.8 de Zeiss para Sony puede ser impresionante.

Una de las novedades del sensor es que integra un sistema híbrido de detección de fase. La velocidad del autofoco ha mejorado mucho respecto de la NEX-3 pero aún se puede comparar aún con una DSLR de gama media como la Nikon D90 con un buen objetivo. Tampoco es esa mi necesidad así que de nuevo no me importa demasiado. Para un uso normal es más que suficiente. El que he hecho hasta ahora de las compactas y sistemas compactos excluye el rango de teleobjetivo y creo que tardarán en igualar a las DSLR para ese uso. En cambio como complemento (DSLR+tele y CSC+angular) para no cambiar objetivos la combinación es muy práctica, ya la he probado en varios viajes.

Sony E PZ 16-50 f:3.5-5.6 OSS

He comprado la cámara en kit con el nuevo 16-50 pancake que cumple más que dignamente mis expectativas. Pero debo aclarar que mis necesidades son particulares y a las de otros podría no ajustarse. No son un fanático de la nitidez extrema y no imprimo en 50×75 para mirar las esquinas con lupa, esas no son mis necesidades. Me encuentro más cerca de la opinión que le escuché alguna vez a Eugenio Recuenco, que no es muy fan de la ‘nitidez quirúrgica’ del digital.

En cualquier caso para otros usos la cantidad de lentes fijas disponibles con y sin autofoco ahora mismo ya puede hacer que nadie se quede sin su objetivo favorito para una NEX. La imagen que se puede obtener con el zoom a 16mm me parece, sin analizarla mucho, algo mejor que las del 16 f:2.8, que nunca tuvo fama de ser un gran objetivo. Y el tamaño es muy parecido, lo que unido a la estabilización óptica creo que va a relegar al 16 a un cajón salvo para usarlo con el accesorio que lo convierte en un 12mm (18 equivalente). Y con él también irá al cajón el 18-55 porque además de que su tamaño no invita a llevar la cámara en un bolsillo, su menor angular empezando en 18 para mi es una diferencia importante. Sin hacer un análisis muy técnico, la nitidez de los dos me parece comparable.

No soy muy amigo de los sistemas ‘by wire’ en los que no se actúa directamente sobre el zoom o el foco de manera mecánica sino a través de sistemas electrónicos, pero supongo que de nuevo es el precio a pagar por el tamaño. El zoom se puede usar con un pequeño mando en el lateral o bien con el anillo exterior, que podemos usar también para enfocar. Cuando se usa el anillo es más rápido pero también más ruidoso. El desplazamiento con el mando W-T es suave, seguro que para grabar video más de uno lo agradecerá. En la foto puede verse también lo estrecho que es el cuerpo debiendo usarse una zapata para trípode pequeñita, en mi caso una tipo Arca Swiss de 20mm.

Pero quien espere una calidad de acabado similar a otros objetivos Sony E se llevará una decepción: los materiales de los que está hecho el objetivo no parecen gran cosa ni muy duraderos. El tiempo (y el trato) lo dirán.

Uso con material ‘viejuno’: Focus Peaking con objetivos manuales y flash Nikon SB-24

Junto con el nuevo pancake he estado usando dos objetivos manuales vía adaptador: un Nikon E-series 75-150 f:3.5 y un Minolta MD 50 f:1.7. El primero fundamentalmente con trípode y el segundo a mano. Desde que lo conocí, siempre me gustó enfocar con el sistema peaking y en las últimas NEX parece que ha mejorado. Además usarlo con el visor me parece más cómodo. Mis primeras pruebas con la NEX-6 coinciden con la mejora declarada: obtengo más fotos con el foco clavado a mano. Si no tienes prisa, tu sujeto no se mueve y montas la cámara en un trípode no hay excusa para no obtener una foto rabiosamente nítida.

Conozco varias personas que para fotografía social de encargo agradecerían un equipo más ligero del que habitualmente transportan y cargan durante horas. A falta de que Sony saque un nuevo flash para la NEX-6 o un adaptador para usar los de la zapata anterior, yo la he probado con un viejo SB-24 de Nikon, que cuenta con un modo automático (no TTL) con su propia fotocélula para medir la luz. A pesar de que el conjunto queda un poco desequilibrado en tamaño, el resultado es sorprendentemente bueno, con exposiciones bien conseguidas y consistentes, tanto disparando el flash directo como rebotado.

En cualquier caso con un flash más pequeño -y por tanto menos potente- el hecho de poder usar ISO400 sin ninguna penalización puede hacer de ella una buena cámara social. Y aún no la he probado con mi modesto equipo Strobist, pero seguro que no decepciona. Tampoco he probado apenas el flash integrado, pero por su posición y número guía dudo que sirva para algo más que una foto de emergencia, y yo casi la prefiero con el ruido de un ISO6400.

Resumen

A favor:

– Ergonomía de agarre y uso de los controles.
– Calidad de imagen excepcional en términos de ruido y rango dinámico.
– Autofoco más rápido y Focus Peaking muy efectivo.
– Excepcional visor electrónico integrado.
– Zapata de flash estándar.

En contra:

– No incluye cargador de baterías.
– No dispone de conexión para mando remoto.
– La aplicación para disparo remoto no viene incluida en la cámara.
– Calidad de materiales y acabado del 16-50.
– El segundo dial no se puede configurar para compensar la exposición.

Así que si habéis sacado como conclusión que estoy muy contento con mi adquisición estáis en lo cierto, así es. Quien lo va a pagar va a ser mi equipo réflex, dudo que a partir de ahora que lo use mucho si no necesito un teleobjetivo con autofoco. Y sin duda lo pagarán también las ventas de la NEX-7.

Por Félix Sánchez-Tembleque (wiggin)