Siguiendo la senda del mono rojo y después de haberme echado de la inmobiliaria porque decían que mis fotos no estaban a la altura, me dediqué al absoluto conocimiento…


Cogí un barco rumbo a Tanzania, allí, en la selva, volví a ver la luz. Un viejo Chaman llamado Mambofrotto, que era el fotógrafo local, me dejo alucinado, se hacía valer de un extraño artilugio con 3 patas con que el que sujetaba la cámara al que llamaba "trespatuques", me decía que era para hacer exposiciones lentas y que así las fotos no salían movidas.

Me causo un profundo impacto, yo que estaba en ese momento experimentando con la velocidad tal y como me explico un "primu" de Ernesto Jass no sabía a lo que atenerme. Todas mis fotos eran puro arte hasta ese momento, me había especializado en tirar a 1/30 a todo lo que se meneaba (o no) y había conseguido unas 2.578 fotos de resultados cuanto menos sorprendentes.

Mambofrotto estuvo y de su boca salió esta otra frase que pasaría a la historia, dijo: "Amigo, esto es un MMM", yo la verdad es que de pequeño me sabia todas las siglas pero esa no la había dado, le pregunté "¿Que es eso de MMM? "

El Mítico Montón de Mierda, me dijo…

Estaba claro que en su idioma era un piropo y gracias a sus palabras me vi liberado de usar el trípode, si el lo veía como algo mítico mezclado con algo tan estético como la mierda… es que era bueno.

Fue una liberación total, salí de ese poblado con la sensación de que algo grande había sucedido y puse rumbo al sur.

Por camino me dedicaba a intentar hacer paisajes con resultados de lo más variado, en esos momentos la doble exposición era lo que me traía loco, tal y como me habían enseñado en el curso de CCC, hacia una foto y en la segunda tiraba al doble de velocidad, luego fusionaba la capa y le metía una mascara de enfoque en plan gordo. A mi lo de los cielos rosas no me parecía algo con merito, con el photoshop se hace en un plis, pillas un pincel y lo pintas, vaya, es más jodido sacar blanco o quemado un cielo naranja ¿no? En fin, al final es como todo, son modas…

A unos 5 km de mi próxima parada y en la vera de un río me encontré con un tipo que iba a influenciarme durante gran parte de mi vida, le llamaban "Pollo al Curry" que traducido al dialecto local venia a decir " Soy ese punto que le sacó aquella foto a la niña refugiada de los ojos verdes y que años después volvió a verla ", años después y viendo que tenía tirón se puso de nombre Steve.

Muy pronto entablamos una gran amistad, no era mal tío la verdad pero siempre supe que iba justo de equipo y eso lo suplía con grandes dosis de profesionalidad, tiraba con una Leica, imaginaros, no la conoce ni su madre, debe ser rusa y el objetivo era super pequeño, no entendía como podía hacer fotos así pero yo siempre le respeté.

Se sorprendía de que yo para hacer un retrato tuviese que subir a la montaña, yo siempre le decía que con mi tele y la luz "de arriba", las sombras eran menos duras y no hacia falta el flash de rellenu…

El se acercaba mucho, el problema era que daba la paliza sin cesar a la gente que retrataba, un ejemplo, íbamos a un poblado los dos a hacer fotos, yo me fundía como 2 tarjetas de 1 giga y el se sentaba a hablar y a comer con ellos (me jodia de hambre pero no tengo tanta cara), cuando nos disponíamos a marchar y con la peor luz posible, si, esa luz de las 6 de la tarde que está baja y suave y no te deja tirar a 1/1000, el punto cogía la camaruca esa y PLAS, hacía una foto…UNA FOTO y en película (con lo caro que está el revelado) y se quedaba tan feliz.

Me explico que yo con mi batería de 3 flashes pegados con cinta americana a la cámara podían asustar a los nativos, también me decía que buscara las diagonales y eso me volvía loco. Acababa con el cuello hecho polvo de sacar las fotos torcidu, me ponía a sacar fotos por ejemplo boca abajo o haciendo el pino y si, yo veia la diagonal pero vaya, la foto como que no funcionaba…

Viendo que tenia algunos problemas además a la hora de positivar las fotos contraté un "printer" que me acompañaría en todos mis viajes, se llamaba "directprint" pero esta ya es otra historia…