Nick Brandt vagaba por África. Trabajaba en un nuevo libro de fotografías sobre la fauna africana, titulado preciosamente «Across The Ravaged Land» (A través de la tierra desolada) cuando —casi por casualidad— llegó a las petrificadas aguas de un moderno y real pórtico al más allá.

Las aguas del Lago Natrón, situado al norte de Tanzania, están saturadas de carbonato sódico, que se origina en el próximo volcán «Ol Doinyo Lengai». Esta concentración química, junto a temperaturas que pueden llegar a los 60ºC, hacen que los cuerpos de decenas de animales —fallecidos por accidentes y causas naturales— queden totalmente calcificados, petrificados, como embalsamados por las tersas y letales aguas.

Como un pequeño dios que ordenara la vida y la muerte a su alrededor, Nick recogió los momificados cuerpos de sus tumbas saladas y los colocó en lugares que hubiesen habitado de estar vivos, tejiendo una sobrecogedora imitación de la vida, que su cámara recogió bellamente.

A través de la atrevida modificación del entorno y de la plasmación de los impresionantes paisajes habitados por las perturbadoras gárgolas, estas fotografías lo tienen todo; casi podemos imaginarnos la respiración de los muertos animales; sus movimientos fríos, cargados de trascendencia; sus miradas crueles a nuestras almas todavía vivas; casi podemos acompañarlos en su vespertino vuelo por el reino de Hades.

Por Pedro Montesino

http://www.nbcnews.com/science/bird-mummies-natron-lakes-toxic-waters-petrify-animals-fall-8C11322626
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/10/131004_ciencia_galeria_animales_petrificados_lago_nick_brandt_np.shtml