Características

Sin embargo, la D200 no es sólo un cuerpo bonito, ya que incorpora toda una serie de avances realmente novedosos. Vamos a dar un repaso somero a las principales características de la cámara.

En este caso, la unidad no presenta modos de disparo tales como Paisaje, Retrato, Toma nocturna… simplemente nos encontramos con las opciones básicas de todas las réflex digitales del mercado, es decir:

* Modo Automático programado (P) con programa flexible: la cámara ajusta la apertura del diafragma y la velocidad de obturación automáticamente. Es el modo apropiado para realizar instantáneas y, como es habitual, con el dial de control principal pueden ajustarse diversas combinaciones de apertura/velocidad de obturación.

* Prioridad a la obturación (S): nosotros elegimos la velocidad de obturación (entre 30s y 1/8000s) y la cámara decide automáticamente la apertura del diafragma.

* Prioridad a la apertura (A): definimos la abertura del diafragma y la D200 ajusta la velocidad de disparo en consecuencia.

* Manual (M): decidimos todos los parámetros de nuestra toma, tanto la velocidad de obturación (bulb incluído), como la apertura del diafragma. Es el típico modo que se emplea en estudio si seguimos utilizando un fotómetro, o bien si, por ejemplo, decidimos irnos por ahí a hacer fotografía nocturna.

La eliminación de todos los modos orientados al usuario más neófito habla del carácter profesional de la cámara. Al igual que ya sucedía con la 5D, se supone que el comprador de esta máquina tiene, al menos, las nociones básicas de fotografía que le permitan manejar el aparato con libertad y sabiendo, aunque sea mínimamente, lo que hace.

La D200 ofrece hasta 3 formas de medición de la exposición:

* Medición matricial en color 3D II: es la equivalente a la medición evaluativa de Canon o a la medición ESP de Olympus. En este caso se utiliza un sensor RGB de 1005 píxeles para realizar la medición en base a la información lumínica de prácticamente todos los puntos de nuestro fotograma. Se hace una evaluación del brillo, el color, el contraste, las zonas de enfoque que hemos selecionado, la distancia entre la cámara y nuestro motivo de interés… y posteriormente los resultados se comparan con los de una base de datos incorporada en la máquina y que contiene los datos de más de 30.000 fotografías reales. En base al resultado de esta comparación se calcula el valor final de exposición que será aplicado en nuestra toma. Es el modo de medición recomendado por el fabricante y realmente se adapta a prácticamente todas las situaciones, incluso las más complejas.

* Medición ponderada al centro: se mide la intensidad lumínica en todos los puntos del fotograma, pero se le da más peso(un 75%) al valor registrado en el centro de la imagen. Es el tipo de medición más adecuada para hacer retratos o en situaciones de muy alto contraste.

* Medición puntual: la cámara mide la exposición en base a un círculo de 3mm de diámetro (2% del fotograma) que se localizará en el área de enfoque que seleccionemos. Esta forma de medición es la que debemos emplear cuando queremos exponer correctamente un área pequeña y muy determinada de la imagen, con independencia de todo lo que la rodea.

Además existen 3 modos de enfoque básicos, que son los que, más o menos, se encuentran en cualquier cámara:

* Modo S (Single servo AF) o de un sólo disparo: la cámara enfoca cuando presionamos el disparador hasta la mitad y una vez que la logrado completar la operación lo indica a través de su visor. Posteriormente, si presionamos hasta el fondo, se realiza la fotografía. Tal y como viene configurada por defecto, la máquina no tomará la foto por mucho que apretemos el disparador si previamente no ha logrado enfocar la imagen, aunque puede reconfigurarse para que lo haga.

* Modo C (Continous servo AF), enfoque contínuo, o AF servo: cuando se presiona el disparador hasta la mitad la cámara intentar enfocar nuestro motivo de interés y una vez que lo ha logrado la operación continua indefinidamente hasta que realizamos la fotografía. Si el objeto se mueve se ajusta el foco para que nuestro motivo siempre aparezca bien resuelto, utilizando el enfoque predictivo. Es el modo adecuado para fotografiar objetos en movimiento y, por defecto, las fotos pueden tomarse tanto si el proceso de enfoque se ha completado como si no (esto también se puede cambiar).

* Modo M (Manual): la cámara no enfoca automáticamente, sino que debemos realizar la operación nosotros a mano. No resulta nada complejo gracias al excelente visor de la máquina. Evidentemente, en este modo podemos realizar la fotografía cuando nos venga en gana, esté la imagen enfocada o no.

El área o áreas de enfoque sobre las que van a operar los dos modos de enfoque automático pueden elegirse con total libertad, ya sea de forma manual, ya permitiendo a la cámara que las seleccione por nosotros según ella considere oportuno. Y es precisamente en este último apartado donde se encuentran las mayores novedades y avances de la D200. La nueva Nikon equipa el sistema Multi-CAM 1000 que, como ya cometamos, permite a la máquina trabajar en base a 11 pequeñas zonas de enfoque o bien en base a 7 zonas más ámplias formadas por unión de varias de las áreas más pequeñas. En total, son 4 los programas para la selección de área de enfoque:

* AF de zona o área única: el usuario selecciona el punto de enfoque manualmente en la cámara y ésta se limita a enfocar allí donde le decimos. Es el proceso normal si estamos realizando fotografía de objetos estáticos o de movilidad muy limitada (como una persona que esté posando para un retrato).

* AF dinámico: pensado para utilizarlo en conjunción con el modo AF servo, el usuario también selecciona el área de enfoque pero la cámara calcula el ajuste no sólo ateniéndose a la lectura de la misma, sino también a la de la de otros puntos de enfoque. Así, si nuestro motivo de interés se mueve, la cámara sigue manteniendo el foco sobre él en base a los valores combinados de todos los puntos de enfoque implicados en el cálculo. Es el modo más apropiado para fotografiar objetos que se desplazan de forma errática o que resulta difícil mantener dentro de un área de enfoque determinada.

* AF dinámico con prioridad al sujeto más cercano: automáticamente se selecciona el área de enfoque que se encuentra sobre el objeto más próximo a nosotros y se utiliza como referencia para realizar el ajuste. Es un modo perfecto si por ejemplo estamos realizando un retrato en un lugar determinado en el que hay gran número de elementos en movimiento que podrían despistar al autofocus. También es muy apropiado cuando estamos siguiendo a un objeto a través del visor y éste se desplaza rápidamente y/o de forma aleatoria por el fotograma.

* AF dinámico de grupo: el usuario selecciona para enfocar, no un área de enfoque determinada en el visor, sino un grupo de ellas. En total, pueden seleccionarse grupos de áreas en la parte superior del fotograma, en la inferior, en la central, en la derecha y en la izquierda. La cámara utiliza el punto de enfoque central del conjunto seleccionado para calcular el foco, pero si nuestro motivo de interés se desplaza un poco se sirve del resto de puntos de enfoque del grupo para mantenerlo correctamente enfocado. Es el modo indicado para fotografiar objetos que se mueven, pero más o menos lo hacen siempre en la misma zona de la imagen.

Utilizando el AF de zona única y el AF dinámico podemos hacer igualmente la conmutación para utilizar bien cualquiera de los 11 puntos de enfoque, bien las 7 zonas amplias que ya comentábamos antes. Las 7 zonas de gran superficie se emplean, fundamentalmente, para ganar tiempo o si tenemos la certeza de que van a estar ocupadas en todo momento por nuestro motivo de interés y en la zona seleccionada no va a penetrar otro objeto, ya que si esto sucediera, el foco podría realizarse sobre el motivo intruso.

Evidentemente también se puede bloquear el enfoque en el punto que deseemos para recomponer nuestra escena si fuera necesario. Usando el modo de un sólo disparo (S) la operación se realiza cuando presionamos hasta la mitad el disparador. Si estamos trabajando en AF servo deberemos hacerlo pulsando el botón AE-L/AF-L (que también sirve si estamos en modo S, pero no es muy útil). Por otro lado, no olvidemos que la cámara posee una luz de ayuda para el enfoque automático, independiente del flash, que se emplea entornos especialmente oscuros donde es dificultoso completar la operación (su utilización, no obstante, está algo restringida: nuestra lente debe estar entre 24 y 200mm, carecer de parasol, el objeto de interés tiene que localizarse próximo a nosotros, la cámara debe estar en modo de un sólo disparo… la luz abarca un rango de entre 50 cm y 3 metros).

En cuanto al balance de blancos, podemos seleccionar entre el balance de blancos automático (la cámara decide por su cuenta la temperatura de color más apropiada para nuestra toma, si no estamos conformes podemos hacer la compensación oportuna), el balance para luces de tungsteno, para fluorescentes, para luz directa del sol, luz de flash, luz difusa de un día nublado y luz de zonas umbrías. Además de esto es posible denifir manualmente la temperatura de color de nuestras fotografías, y también podemos ajustar el balance de blancos en una situación concreta en base a fotografiar una tarjeta blanca o gris neutro que la cámara tomará como referencia, grabándose posteriormente la información de temperatura de color que será utilizada en el resto de fotos tomadas dentro de ese mismo escenario. Por otra parte, la D200 permite heredar el balance de blancos de una fotografía que hayamos realizado con anterioridad en cierta localización (incluso en sesiones fotográficas pasadas, porque el valor se puede exportar a la cámara desde el Nikon Capture) para utilizar el ajuste una y otra vez cuando volvamos allí. Además de todo esto puede hacerse un bracketing de balance de blancos en caso de necesitarse (es una opción útil cuando no sabemos la temperatura de color a utilizar o si queremos experimentar en el campo de la fotografía creativa). Durante el análisis la cámara se ha comportado bastante bien en este apartado. A veces, tanto en estudio como en exteriores, el balance de blancos ha fallado un poco y ha ofrecido tonos demasiado amarillentos, pero cuando hay un suficiente número de objetos muy claros para que la medición pueda realizarse de forma satifactoria la cámara brinda una temperatura de color muy cercana a la correcta. El problema surge cuando la D200 se encuentra con pocos objetos referencia en nuestra toma.

Como novedad en una máquina de esta gama, el aparato también equipa, como vimos, un pequeño flash de tipo pop-up accionado electrónicamente que puede usarse como flash de relleno o como asistente de ilumación convencional si hay poca luz. El pequeño flash incorporado soporta el estandar i-TTL tanto como flash de relleno (en cuyo caso se lanzan una serie de destellos previos a la toma de la fotografía, para que la luz rebotada sea recogida por el sensor RGB de 1005 píxeles que equipa la cámara) o como flash normal y corriente. La D200 presenta toda una serie de interesantes modos de flash, que son los siguientes:

* Sincronización a la primera cortinilla: es la sincronización normal, donde el flash se limita a iluminar correctamente nuestro motivo de interés. La cámara ajusta automáticamente la velocidad de sincronización entre 1/60 y 1/250 utilizando el flash integrado. Con unidades externas puede ir desde 1/60 hasta 1/8000. Por otra parte, debemos tener en cuenta que el sistema i-TTL de la cámara trabajará bien hasta ISO1600, pero el fabricante no garantiza los resultados por encima de dicho valor.

* Reducción de ojos rojos: antes de tomar la fotografía se lanzan una serie de destellos de luz que vienen a durar un segundo y causan la contracción de la pupila del animal que los recibe. Así se minimiza el molesto efecto de "ojos rojos" tan común en ciertas situaciones.

* Reducción de ojos rojos con sincronización lenta: en primer lugar se lanza un haz de luz encaminado a la contracción de la pupila de nuestro sujeto de interés. Posteriormente se le ilumina brevemente con el flash para que pueda ser captado por el sensor de la cámara y luego el obturador continua abierto hasta recibir correctamente toda la luz ambiental. Es el típico modo de flash que utilizaríamos, por ejemplo, en un retrato nocturno, y por supuesto, requiere el uso de un trípode.

* Sincronización lenta: igual que el modo anterior, pero sin la reducción de ojos rojos.

* Sincronización a la segunda cortinilla: el flash se dispara justo antes de que se cierre el obturador, creando un efecto de halo o estela por detrás de los objetos en movimiento que hubiera en la escena. Es un modo muy apropiado para los efectos creativos, y a veces su uso es muy recomendable para ciertas fotografías de deportes.

El flash puede compensarse desde -3 a +1 EV en todo momento, y podemos elegir hacerlo en incrementos de 1/3 o bien de 1/2 EV.

Además de todo lo ennumerado hay otras opciones interesantes y prácticamente exclusivas de este producto. Así, se ha contemplado la posibilidad de realizar exposiciones múltiples, lo que permite generar una sola imagen a partir de hasta 10 exposiciones diferentes en la misma cámara. O también la opción de superposición de imágenes. Son procesos que pueden realizarse con el Photoshop, pero que en ciertas condiciones podemos preferir hacerlos desde el propio aparato.

El corazón de la D200 lo compone un CCD con formato DX de 10,2 megapíxeles, capaz de capturar imágenes a una resolución de 3872×2592. La salida RGB del CCD se estructura en base a 4 canales, de tal forma que el rojo y el azul presentan cada uno su propio canal mientras que el color verde posee dos. Existe un micro encargado de procesar la salida de cada canal (en cuanto al color y los artefactos, por ejemplo) y una vez que cada uno de ellos ha sido procesado la información pasa a través del conversor analógico digital de la máquina. El realizar la optimización de la salida de cada canal antes de la conversión analógico/digital y no después de la misma permite que la cámara no realice este proceso sobre una imagen que ha podido acumular toda una serie de nuevos artefactos surgidos en la conversión A/D. De esta manera, en teoría, se obtienen unas imágenes notablemente más limpias. Por otra parte, gracias a la existencia de un micro para cada canal todo el proceso se realiza de forma muy rápida. Además, sobre el CCD se localiza un filtro de paso bajo de última generación encaminado a evitar el efecto moiré que tan popular hizo a su hermana menor, la D70. El sistema de proceso de la máquina permite disparar a unos holgados 5 fotogramas por segundo y prolongar la ráfaga hasta 37 jpgs ó 22 archivos RAW.