La aparición del video de alta definición (HD) en nuestras cámaras DSLR ha supuesto un salto cualitativo importante en la calidad del video que realizamos, tanto por las ventajas que nos da el tamaño de sensor que utilizamos, como por las diversas ópticas que nos dotan de una versatilidad que, antes,  solo tenían los grandes y caros equipos profesionales.

Pero tan importante como el video es el audio en un montaje que se precie. Y ese es, precisamente, uno de los talones de Aquiles en la realización de un video con una DSLR: la ausencia de un sistema lo suficientemente fiable para la toma directa de audio durante la grabación. Un micrófono incluido en la cámara es una mala solución que los fabricantes (seguramente para optimizar precios) «acoplaron» a los cuerpos.

Estos micrófonos, aparte de captar el sonido que nos interesa, nos graba los diferentes sonidos «parásitos» de movimientos de autofoco y golpes producidos por nuestra manipulación.

En los últimos meses, de parecida manera a como han ido apareciendo diversos complementos para mejorar de forma importante lo poco ergonómicos que son los cuerpos DSLR, están apareciendo periféricos que tienden a mejorar el pobre soporte de audio de las diferentes cámaras en el mercado.

Y para ello los fabricantes de cuerpos DSLR están actualizando unos firmwares que, en versiones anteriores, hacían una captura automática del sonido, con los consiguientes problemas a la hora de manipularlo.

¿Hay micrófonos externos? Sí, el mundo del video clásico siempre los ha utilizado, de todo pelaje y precio. En nuestro caso, con tal de que sean compatibles con una entrada de 3 1/2, funcionarán perfectamente.

A nivel de ejemplo os damos una serie de modelos que, o bien porque los utiliza mucha gente o porque son soluciones interesantes, creemos que son ilustrativos.

Sennheiser MK400. Modelo que se acopla a la zapata del cuerpo que le sirve, exclusivamente, como anclaje, debiendo conectarse al minijack estéreo 3 1/2 de la cámara.

Behringer C-2. Estos dos micrófonos de condensador están diseñados para grabar ambientes, tanto en directo como en estudio, coros, sonidos vocales o acústicos, dándoles brillantez.

Samson H1, micrófono polivalente y compacto de facil colocación en la cámara o en otra ubicación que nos interese.

En fin, ya tenemos el sonido «enlatado» en unas buenas condiciones. Y me refiero al sonido en vivo, al ambiente. Por fin vamos a tener la calidad que nos ha faltado hasta ahora para poder «montarlo» junto con la banda sonora musical o voz en off que queramos introducir.

Y como queremos ser exquisitos en todos los pasos, no os olvidéis de que el último paso es tan importante como los otros: el montaje y la sincronización del sonido.

Ya nos lo comentaba nuestro compañero Algaba hace unas semanas cuando nos hablaba en esta noticia de las nuevas y relativamente asequibles herramientas que van surgiendo.

Vayamos pensando que, en toda producción que se precie (sea de consumo propio o un encargo exterior), debemos cuidar tanto la señal de video como la de audio. No pensemos que, por tener unas grandes lentes y un cuerpo impresionantes, la calidad del video va a ser un hecho.

Aparte del trabajo de preparación sin tocar la cámara (guión, visita de escenarios, etc…), debemos de cuidar ese complemento insustituible para tener un buen montaje de video: el audio.

Félix.