La Argiope bruennichi  también conocida como araña avispa o araña cestera, es una especie de araña araneomorfa de la familia Araneidae, de telaraña orbicular, distribuida por Europa del sur, central y norte, norte de África, y parte de Asia. Son estas Argiopes lo que las Macaones a las mariposas de nuestro ecosistema, las más grandes y llamativas, la Lobata y la que os enseño serían la Macaón y la Podalirios. Como muchas otras especies del género Argiope muestra bandas amarillas y negras en su abdomen. Estas bandas en la naturaleza significan «peligro», aunque esta araña es bastante inofensiva, es más de mimetismo batesiano que de peligro real, salvo para los pequeños insectos.

Esta es la Araña, la hembra en época de apareamiento, época en la que se muestran más agresivas.

El macho de esta especie es mucho más pequeño que la hembra, por eso se ve que es la hembra. Con frecuencia se lo puede ver cerca de la red de la hembra, esperando el momento en que  la hembra completa su muda final, cuando élla alcanza la madurez sexual. En ese justo momento, sus quelíceros o garras  permanecen blandas por un corto tiempo, entonces el macho puede fecundarla sin el peligro de ser devorado; tonto no es, aunque tampoco es una cuestión de inteligencia sino de selección natural ya que los machos que se precipitaron o retardaron no tuvieron la posibilidad de transmitir sus genes al ser atacados por la hembra.

Presentan un elevado dimorfismo sexual, donde el macho mide 6 mm y la hembra 25 mm o más. Su tela es bastante grande, hasta 60cm  de diámetro; y su hilo uno de los más resistentes. Con una sola inseminación es capaz de poner varias puestas del que salen un gran número de arañas ya que guarda los huevos inmaduros hasta el momento necesario.

Más agresiva que su parecida esteparia, la Argiope lobata, decide morder si se molesta, en vez de huir por la tela hasta un sitio seguro como hace la Lobata. Normalmente, primero envuelven la presa y luego la pican, y a los 5 minutos una vez disuelta parcialmente por el efecto de las neurotoxinas que le ha inyectado pasa a beber a su presa. Si la tela ha sido dañada durante la desigual pelea, nuestra araña se pone patas a la obra y la repara convenientemente para no dejar escapar ninguna presa.

Las arañas pueden picar a un ser humano. En la práctica totalidad de los casos es sólo si el humano las molesta. La única familia de arañas del mundo que no tienen veneno es la Uloboridae. Todas las demás arañas poseen quelíceros venenosos, y en Europa la más venenosa es la Pallidus de Latrodectus de la familia de las viudas negras.

En esto que aparece una Mantis joven y queda enganchada en la tela, comenzando a mandar vibraciones intensas y destrozando la tela.


Cuando una presa hace su primer contacto en la red la Argiope bruennichi normalmente es atacada rápidamente e inmovilizada, encerrándola en su hilo de seda. La presa es luego picada, inyectándole un veneno paralizante  y una enzima disolvente de proteínas. En este caso, la reacción no fue tan fulminante pues sin verla notó que la presa era grande a traves de los hilos.

Hacer las fotos en este momento no es fácil, ya que la tela de araña es un complicado sistema que transmite todo tipo de vibracion a la araña que la vigila, por lo que todo se mueve como si estuviese en una batidora , creando muchas dificultades para poder captar las fotos.

La foto esta hecha con un apilado de imágenes de 6 fotos, ya que entre lo que que se movía la tela y el viento se hizo necesario abrir a 2,8.

La calidad de la fotos está dentro de los parámetros de la sorpresa y poca predicción que hay en estos casos. Con el trípode, el espejo prelevantado, los ISOS bajos y en cuestión de segundos tienes que ponerte a disparar como si fueras un reportero de guerra, cambiando los parametros de camara, al mismo tiempo te vas moviendo y pasas de luces a sombras con el BB variando todo el rato etc.

No es como hacer la foto en un Zoo o a la mascota de tu casa, tienes una sola oportunidad en la vida y basta, no creo que vuelva a tener una mantis en una tela. Tengo otra con un licenido pero eso ya es más fácil de ver. Pero vale la pena acercarse un poco a estas maravillas de la evolución.

Primero evalua al rival y, al ver lo que es, decide no envolverlo directamente. Debido al gran tamaño y peligro del oponente, le pica por detrás y espera un rato, ya que reconoce que la Mantis tiene una potencia enorme en sus garras. Se han visto fotos de mantis cazando colibris, y si midiesen nuestro tamaño podrían partir una bara de acero.

Luego, tambien por detrás, con una destreza y velocidad increible la va envolviendo al mismo tiempo que la mantis va destrozando todo lo que puede. Se nota que la araña tiene mucho respeto por la presa y siempre se mantiene a distancia de las fuertes garras de la mantis.

Las arañas tienen seis glándulas, localizadas debajo de su abdomen, llamadas hileras, que producen seda, con las cuales puede hacer hilos finos o mantos.

La tela de araña es uno de los fenomenos de la naturaleza más investigados y no conseguidos. Su interés científico es debido a la resistencia y condición antimicrobiana que poseen las telarañas, evitando que sobre ella se asienten microbios, propiedades que permitirían ser utilizadas en operaciones quirúrgicas, aunque de momento la ciencia no lo ha conseguido. También, es muy elástica y no se disuelve con el alcohol, al mismo tiempo de ser extremadamente duras, centenares de veces más que el acero.

Minuciosamente pero con cuidado la va envolviendo.

La mantis se va defendiendo hasta que le vuelve a picar y ya se queda sin fuerzas.

La desnuca por seguridad con un mordisco en la nuca.

Posteriormente pasa a comerse la presa succionándola, o la envuelve y la guarda para otra ocasión aunque siga con vida.

Aqui vemos cómo se la va comiendo, empezando por el abdomen que es donde más sustancia tiene.

El final de la historía ya os lo podeis imaginar. La naturaleza nos muestra espectáculos a veces  mucho mejores que cualquier obra que pueda realizar el ser humano.

Los arácnidos pertenecen al grupo de los Artrópodos, animales con “apéndices articulados”, que es el grupo más numeroso del Reino Animal. Hasta la fecha se han contabilizado cerca de un 1 millón de especies de artrópodos, pero se cree que hay cerca de 50 millones. Además de apéndices articulados, se caracterizan por poseer el cuerpo segmentado cubierto de un exoesqueleto articulado de quitina que cambian periódicamente  a medida que el animal va creciendo.

 

texto y fotosAntonio Carvajal (pixantonio)