Después de las últimas nevadas me desplacé a un taller en Ordesa y la primera jornada la empezamos en la pradera a 10º bajo cero. Durante todo el día lució el sol pero no creo que la temperatura subiera de 2º, permaneciendo en las zonas umbrías por debajo. La cámara respondió perfectamente y la batería aguantó desde las 9 de la mañana hasta las 5 de la tarde disparando algo más de cien fotos. En algunos momentos el nivel descendía de forma preocupante pero con el calor de las manos recuperaba parte de la energía.
Desde luego es fundamental llevar más de una batería y la de repuesto en la ropa de abrigo y cerca del cuerpo. Habrá que tener cuidado con la condensación al llegar al refugio o a casa, dejando la máquina en la mochila hasta que se iguale la temperatura. También hay que procurar no respirar sobre el ocular para no empañarlo.
Desde luego el frío no debe ser un impedimento para utilizar nuestro equipo, siempre que tengamos en cuenta algunas precauciones básicas y las condiciones no sean extremas.
El manual de la D70 marca como temperatura de utilización entre 0º y 40º C.
A la
la garantía.
Sdos.