Uno de los principales problemas a los que se enfrenta cualquier aficionado o profesional de la fotografía comprende el hacer frente a las inclemencias del tiempo. En muchos casos, cuando nos encontramos cerca del mar, recogemos el equipo cubierto de salitre, y tampoco son raras las situaciones en las que debemos vernos obligados a trabajar bajo la lluvia, teniendo que servirnos de un paraguas para evitar dejarlo todo chorreando. En estas ocasiones, además de montar el parasol de nuestra lente para evitar en la medida de lo posible salpicaduras en los cristales, es bueno contar con otro tipo de apoyo que salvaguarde la integridad de nuestras herramientas de trabajo. Consciente de esta necesidad, la empresa Kata, especializada en la fabricación de equipamiento de protección y seguridad, ha desarrollado una serie de fundas para nuestras cámaras a fin de que podamos utilizarlas en condiciones realmente adversas teniendo la garantía de que no van a sufrir ningún daño.

Con el fin de analizar este producto, Fotocentro nos ha cedido amablemente la funda Kata GDC Elements Cover – 702 junto con el kit de extensores E-704 para la misma (GDC Elements Lens sleeve Kit – 704), que permite trabajar con grandes teleobjetivos, incluído un 400mm f/2.8, por ejemplo. Los dos artículos pueden adquirirse en el mercado por un precio que oscila entre los 40 y 50 euros cada uno.

Las fundas, en esta ocasión, se sirven en el interior de cajas de plástico resistentes y duraderas, además de plegables. Sin embargo, una vez adquiridas es muy recomendable pasarse por la web de la compañía a fin de darnos una idea del montaje. Estampadas en las cajas existen unas someras instrucciones que son suficientes para utilizar correctamente la funda principal E-702 pero que dejan algunas lagunas en cuanto al empleo de los extensores E-704, porque a priori, podrían utilizarse de varias maneras pero sólo una resulta la correcta.

El aspecto general de la E-702 es bastante particular. Permite proteger una cámara equipada con un objetivo pequeño, tipo un 17-40mm o un 24-70mm y consta de un orificio-cremallera a través del cual se introduce la máquina con nuestra lente (señalado con la flecha roja). La presencia de la cremallera doble permite cerrarlo totalmente, en caso de que vayamos a trabajar con la cámara en la mano, y ajustar la abertura a la rótula del trípode si vamos a montar la cámara en un soporte. El objetivo, por su parte, asoma por el orificio señalado con una flecha verde, que posee un tensor para ajustar la funda alrededor de la lente e impedir entradas de agua. El manejo del equipo se realiza a través de los dos accesos señalados con flechas azules y, como se observa, cada uno de ellos posee igualmente bridas para evitar salpicaduras, aunque podemos encontrarnos en la ridícula situación de no ser capaces de ajustar una de ellas cuando ya tenemos la otra mano dentro de la E-702.

El aspecto general que ofrece la funda una vez que está cubriendo el equipo es el que se muestra más abajo. En la imagen aparece una EOS 300D montando un Canon 17-40mm f/4.0 L, lente no excesivamente aparatosa, y, como se observa, el conjunto aparece totalmente protegido. Debemos tener cuidado, sin embargo, con el soporte para la sujeción de los extensores (flecha roja) porque puede aparecer en la imagen al tomar la fotografía. En general, montar el parasol será una gran ayuda para evitar esto último, aunque, en mi caso, no lo traía en la mochila.

A fin de poder manejar cómodamente la cámara la parte trasera de la funda está realiza en material plástico transparente y, como es fácil suponer, la operación de encuadre por el visor debe realizarse mirando a través del mismo. A pesar de lo que pudiera parecer esto no ofrece ningún problema incluso en una cámara de visor tan pobre como la 300D. En pruebas reales bajo la lluvia tampoco hemos experimentado empañamiento o condensación de vapor en el interior de la funda, debido a que gran parte de ella está realizada con materiales transpirables.

Como comentábamos, el acceso al equipo se efectúa a traves de los orificios laterales de la E-702, que son muy espaciosos y de diámetro ajustable.