A ISO 1600 las fotos aún son muy válidas. Ambas tomas resultan perfectamente utilizables y los niveles de ruido, al menos analizando las fotos a ojo, se mantienen en un rango muy similar en los dos casos. Se aprecia, ahora algo más claramente que antes, que la 400D recoge un poco más de detalle, pero nuevamente no es nada excesivamente importante. Las diferencias entre las cámaras no son grandes.


D80 ISO 1600 luces altas.


400D ISO 1600 luces altas.


D80 ISO 1600 luces medias.

400D ISO 1600 luces medias.

D80 ISO 1600 luces medias.


400D ISO 1600 luces medias.


D80 ISO 1600 luces bajas.


400D ISO 1600 luces bajas.

D80 ISO 1600 luces bajas.


400D ISO 1600 luces bajas.

Parece que esta vez Nikon sí ha comenzado a estrechar el cerco de forma significativa. En esta ocasión la D80 y la 400D aguantan un cara a cara sin problemas y la teórica tradicional ventaja de Canon, con sus famosos CMOS, comienza a diluirse aunque siga presente de forma casi testimonial. Es, sin duda, una excelente noticia para todo el parque de usuarios que continua siendo fiel a Nikon y también para el mundo de la fotografía digital en general, ya que, a todas luces, este hecho fomentará mucho más la competencia entre las dos marcas. Con la D80 se sigue apreciando un poco menos de detalle a ISOs altos que con la 400D (de ISO 800 en adelante), pero realmente la diferencia ahora ya resulta pequeña gracias a los nuevos algoritmos empleados por la compañía, mucho más conservadores que antes.