Lo anteriormente dicho puede observarse sin problemas en esta nueva toma. Es una imagen hecha con una Nikon D70s a ISO200 y el 18-70mm F3.5/F4.5 G.

Capture One ofrece un aspecto más cercano al soporte químico de toda la vida y pensamos que más atractivo:


Capture One


Aperture

Hasta aquí hemos realizado todos los análisis sin tocar ningún parámentro en los dos programas. Sin embargo, no hemos podido resistir la tentación de hacer alguna prueba con los reductores de ruido que presentan ambos. Para ello decidimos utilizar, en primer lugar, la siguiente fotografía que está tomada con una 350D a ISO200 con el 100mm f/2.8 macro de Canon.

Sin aplicar ningún tipo de algoritmo de reducción de ruido la imagen de Aperture presenta peor aspecto que la obtenida en Capture One:


Capture One


Aperture


Capture One


Aperture

Si en Capture One programamos una reducción de artefactos muy leve (reducción del ruido de crominancia: valor 15, reducción de ruido general: baja) el aspecto de la fotografía mejora considerablemente. Sin embargo, cuando en Aperture hacemos algo similar (radius: 0,5; edge detail: 0,7) los resultados no son tan buenos y además hay una cierta pérdida de nitidez. El ruido de crominancia tampoco ha sido eliminado.


Capture One


Aperture


Capture One


Aperture

A partir de aquí, una elevación de los parámetros de eliminación de ruido en Aperture implica una visible pérdida de nitidez que en Capture One no existe.

Las diferencias que comentábamos anteriormente basándonos en la foto del caballito del diablo son apreciables, pero es más sencillo comprobar el fenómeno analizando la siguiente fotografía, que está tomada con una 1D MarkII a ISO1600 y un 24-70 f/2.8 L de Canon.

Deshabilitando la reducción de artefactos en ambos programas se hace evidente el mejor comportamiento del Capture One. El nivel de ruido general es mucho menor que en Aperture y el de crominancia menos patente:


Capture One sin reducción de ruido


Aperture sin reducción de ruido

Si activamos la reducción de ruido en ambos programas y mantenemos los mismos parámetros que en las fotos del caballito del diablo (Capture One: reducción del ruido de crominancia valor 15, reducción de ruido general baja. Aperture: radius 0,5, edge detail 0,7) las diferencias se hacen mucho más claras que antes. El software de Phase One ha resuelto la foto sin problemas mientras que Aperture no ha podido con el ruido de crominancia. Además, el nivel de detalle general resulta menor.


Capture One con reducción de ruido


Aperture con reducción de ruido

El programa permite exportar tanto el raw intacto como una de las versiones que hayamos realizado, el proceso de conversión es bastante rápido, tardando la mitad de tiempo que C1. En el caso de exportar el fichero master (el raw original), se pierden los metadatos que se hayan incorporado en Aperture, algo que no debería suceder sin duda alguna. También sería deseable que permitiese exportar una versión de una foto en varios formatos simultáneamente, ahorrando pasos en el proceso de conversión.

Buscando.

Las opciones de búsqueda son bastante potentes, permitiendo combinar distintos parámetros como palabras clave, fecha de creación, etc. con la valoración de las estrellas. El concepto de base de datos aquí resulta útil ya que permite una gestión eficaz de las búsquedas mediante la base sql incrustada.

Podemos guardar las búsquedas creando albumes inteligentes, que nos permiten acceder a las consultas en cualquier momento.

Se nota que el programa ha crecido pensando en la gestión del archivo como funcionalidad básica, ofreciendo una forma bastante potente de acceder a nuestras fotografías.

Aunque probablemente no sería compatible con el concepto centrado en la base de datos, sería interesante el poder catalogar ficheros offline, sin que se encuentren físicamente en el disco duro. Quizá podría ser una funcionalidad a añadir al sistema de Vaults.

Conclusiones.

Aperture promete, pero de momento no llega.

Tiene grandes aciertos como la herramienta de la Lupa, el Light Table, los Stacks, la gestión de 2 monitores… Dispone de un gran interface de usuario, que permite realizar una gestión eficaz de toda nuestra biblioteca de imágenes, pero comparado con aplicaciones específicas como Photo Mechanic o Fotostation se queda atrás en ciertas funcionalidades importantes.

Sorprende ver la opción de encargar copias en papel en un programa orientado a los profesionales, ya que muchos hacen sus propias impresiones o bien realizan el revelado digital en laboratorios de confianza. Parece una opción más propia de un programa orientado al usuario doméstico que al profesional.

Su concepción como programa único que permita gestionar todo el flujo de trabajo tiene sus detractores y seguidores. No nos molesta el hecho de que se use una base de datos para guardar las imágenes, ya que los ficheros raw están accesibles a través de Finder, pero esa concepción pesa como una lápida sobre toda la aplicación ya que exige bastante recursos al hardware. Cuanto mayor sea la resolución de nuestras imágenes y mayores sean los cambios aplicados, peores serán las prestaciones, ya que todo se realiza en tiempo real aplicando continuamente los cambios a las versiones de las imágenes.

Aperture es un programa orientado a los fotógrafos profesionales y aquellos que utilizan el formato RAW lo hacen por que buscan la máxima calidad en sus trabajos, por ello, la conversión de archivos RAW es un aspecto crítico en un software de este tipo. En este sentido, Aperture aún tiene mucho que aprender.

El programa de Phase One se muestra más eficaz y competente en prácticamente todas las áreas, aunque adolece ciertas carencias que ha puesto de manifiesto el de Apple, como la posibilidad de convertir a blanco y negro desde el propio gestor de RAWs o el sistema de niveles con el histograma dividido en cuartos.

Aperture presenta un set de opciones muy completo y si los resultados finales fueran los deseados se mostraría como muy potente. Sin embargo, nuestra impresión es que a Apple, con este programa, le queda andar el camino difícil. Capture One es un excelente software e implementar en él las novedades de Aperture (en cuanto al proceso de RAWs) parece sencillo. Sin embargo, Aperture aún tiene que lograr una aceptable calidad de conversión a la hora de procesar las fotos, esto comprende la reducción de ruido, la mejora del algoritmo de enfoque, la resolución correcta de las zonas sobreexpuestas, una mejor respuesta cuando se trata de subexponer nuestras fotografías, eliminación de los dientes de sierra que surgen en ciertos casos, corrección de ese aspecto "digital" que poseen las imágenes procesadas… en suma, lo que a fin de cuentas define la calidad final de la toma. No obstante, al depender la conversión de RAWs de rutinas residentes en el sistema operativo y no implementadas en la propia aplicación, la mejora de calidad puede ser sencilla en base a futuras actualizaciones del OS X.

Aperture es un programa para máquinas recientes, es imprescindible tener el OS X 10.4.3 y sobre todo disponer de tarjetas gráficas de última generación para poder trabajar de forma cómoda con él.

En cuanto Apple corrija los bugs que tiene y añada funcionalidades, es posible que el Aperture 1.5 ó 2.0  sea uno de los programas de referencia en el mundo de la fotografía profesional.

Hay una actualización de esta prueba en Aperture 1.0.1.

Puedes comentar tus impresiones sobre el programa en nuestro foro.